El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, alertó de que evalúa suspender el comercio con cualquier país que haga negocios con Pyongyang e insinuó que no descarta un ataque a Corea del Norte tras el nuevo test del régimen de Kim Jong-un, que ha probado su bomba atómica más potente hasta la fecha.

trump

Al condenar ese último ensayo y tildar a Corea del Norte de nación "al margen de la ley", Trump también ha reprendido directamente a los gobiernos de Seúl y Pekín, al argumentar que los intentos de "apaciguar" a Pyongyang no están funcionando porque, a su juicio, "¡ellos (los norcoreanos) solo entienden una cosa!".

El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, indicó en una entrevista con la cadena Fox que planea elaborar un borrador con nuevas sanciones para Corea del Norte y ponerlo a disposición de Trump para que lo estudie. "Podemos hacer mucho para aislarlos (a Corea del Norte) económicamente, mucho más de lo que ya hemos hecho", enfatizó Mnuchin.

"Vamos a trabajar con nuestros aliados" y con China, pero es necesario "aislar económicamente a Corea del Norte" porque el comportamiento del régimen de Pyongyang es "inaceptable", agregó el secretario del Tesoro. Trump ha cuestionado en reiteradas ocasiones los esfuerzos de Pekín para contener a Pyongyang y hoy volvió a señalar, en un tuit, que el régimen norcoreano "se ha convertido en una amenaza y una vergüenza para China, que trata de ayudar pero con poco éxito".

Entre las posibles respuestas que evalúa ante el nuevo ensayo norcoreano, Trump no cierra la puerta a un ataque contra el régimen de Pyongyang, o al menos así insinuó. El presidente salía de una iglesia cercana a la Casa Blanca, donde asistió a un servicio con motivo del Día de Oración por las víctimas del huracán Harvey, cuando un periodista le preguntó si planea atacar Corea del Norte. "Ya veremos", contestó Trump escuetamente.

Hace menos de un mes, a comienzos de agosto, Trump ya advirtió a Corea del Norte de que podría responder a sus amenazas con "un fuego y una furia nunca vistos en el mundo", tras publicarse informes de que Pyongyang había fabricado una cabeza nuclear reducida que puede ser colocada en uno de sus misiles balísticos. El mandatario se reunió en la Casa Blanca con su jefe de gabinete, el general retirado John Kelly, el secretario de Defensa, James Mattis, y otros líderes militares para analizar el último ensayo norcoreano.

En una breve comparecencia ante la prensa, Mattis prometió que habrá una "gran respuesta militar" por parte de Estados Unidos ante "cualquier amenaza" de Corea del Norte a los territorios del país, incluido Guam, o a sus aliados. El jefe del Pentágono aclaró que el Gobierno de Trump no busca la "aniquilación" de Corea del Norte, aunque tiene "muchas opciones" para poder hacerlo.

La bomba experimentada por Pyongyang, que provocó un seísmo de 6,3 grados en la escala abierta de Richter, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), es cinco veces mas potente que la nuclear lanzada sobre la ciudad japonesa de Nagasaki en 1945, de acuerdo con los expertos. Desde hace más de un decenio en el que el padre del actual dirigente, Kim Jong-il, empezó el programa nuclear norcoreano, Pyongyang ha realizado seis test nucleares y dos termonucleares, y amenazado con instalar dichas bombas en misiles balísticos intercontinentales, capaces de llegar a Estados Unidos.