La fractura social en Estados Unidos aumenta al mismo tiempo que se disparan los civiles asesinados en Gaza. "El clima es como el que había cuando se hizo la invasión de Irak", señala el periodista Sandro Pozzi. Además, se sienten cada vez más perseguidos: "Se está identificando públicamente con fotografías y vídeos a los estudiantes que participan en manifestaciones propalestinas".

Los manifestantes exigen a gritos a su presidente que pare esta masacre, y eso de Joe Biden de levantar el dedo como única respuesta a los periodistas mientras se escabulle dentro de su coche al ser preguntando por avances en la pausa humanitaria ya no sirve tras casi 30 días de bombas.

El problema de Biden es que no solo la sociedad está fracturada, sino también su propia Administración, y lo que es peor, su partido. Y todo, cuando las elecciones están cada vez más cerca. Los demócratas saben que estados clave, como Michigan, con un alto porcentaje de población árabe-musulmana, puede estar en peligro. "Estados veleta, como Michigan, en el momento en el que pierdes el apoyo de esa gente, automáticamente ese estado pasa a republicado", indica Sandro Pozzi.

Sin embargo, siempre nos quedará Obama al rescate de su flamante presidente. El expresidente de EEUU ha hablado de Hamás, de la terrible situación palestina, e incluso por primera vez de la culpa compartida.