Dos atacantes han abierto fuego a las afueras del Consulado de Estados Unidos en Estambul, situado en el distrito de Sariyer, y han huido después de intercambiar disparos con las fuerzas de seguridad. Se ha identificado a los atacantes como un hombre y una mujer y se ha lanzado una operación en la región con apoyo de helicópteros para arrestarles.
El ataque se ha producido un día después de Estados Unidos desplegara seis cazas F-16 en la base aérea turca de Incirlik (en el suroeste del país, cerca de Siria), para la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
La Policía ha confirmado que durante el tiroteo han muerto los dos atacantes y el jefe del departamento de investigación. El atentado ha dejado al menos cuatro víctimas mortales y 10 personas han resultado heridas.
La explosión del coche bomba, escuchada a varios kilómetros de distancia, ha causado también daños en edificios y vehículos circundantes a la comisaría.
Turquía se encuentra en estado de alerta desde que el Gobierno comenzó el mes pasado lo que ha descrito como una "guerra sincronizada contra el terrorismo", en alusión al grupo yihadista Estado Islámico y a la guerrilla kurda Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
Un total de 26 miembros de las fuerzas de seguridad murieron en julio en ataques del PKK, al tiempo que 390 rebeldes de esa guerrilla fueron matados por el ejército turco, principalmente durante bombardeos aéreos en el norte de Iraq.
Recientemente, el grupo yihadista Estado Islámico (EI), al que combaten los kurdos de Siria e Iraq, ha advertido a Turquía de que podría convertirse en objetivo de sus ataques con coche bomba si no se mantiene al margen de la guerra en su contra.
Turquía ha abierto a Washington su base aérea de Incirlik, en la sureña provincia de Adana, donde se han desplegado 300 militares estadounidenses y 6 cazas F-16, para atacar desde allí al EI.