Los 21 detenidos por la Guardia Civil por hacer apología del terrorismo en Internet y en redes sociales no tenían ningún vínculo entre ellos. Vivían en seis comunidades distintas, y tenían edades entre los 16 y los 53 años. Al menos uno de ellos tenía antecedentes por colocar artefactos incendiarios. Proferían vivas a ETA en las redes y humillaban a las víctimas del terrorismo.