Las últimas agresiones a gays en Rusia han levantado una ola de indignación mundial. Cientos de personas han protestado contra las embajadas rusas de Amberes y Edimburgo, y en Londres decenas de bares ha iniciado un boicot al vodka ruso . El Comité Olímpico Internacional ya ha mostrado su preocupación por lo que el Kremlin califica de "propaganda homosexual".