El proceso comenzó en la Oficina Judicial, un sala austera, no muy grande, presidida por un crucifijo, de paredes pintadas en color beige, mesas de maderas oscuras, cuatro grandes lámparas de cristal y una veintena de sillas, ubicada en un edificio del pequeño estado cercano al ábside de la Basílica de San Pedro.
De momento se desconoce el tiempo que durará esta primera audiencia y el juicio. El presidente del Tribunal, Giuseppe Dalla Torre, manifestó hace varios días que el juicio será "rápido, breve", ya que el delito que se imputa a Sciarpelletti, de 48 años, es "en realidad poca cosa".
Dalla Torre precisó que "más que otra cosas, se trata del hecho de que dando versiones distintas en los interrogatorios a los que fue sometido, el informático obstaculizó "de alguna manera las investigaciones".
Por este caso, conocido como "Vatileaks", Paolo Gabriele, de 46 años, fue condenado el pasado 6 de octubre a 18 meses de cárcel, que cumple desde el 25 de octubre en una celda del Vaticano.
Sciarpelletti, empleado en la Secretaría de Estado, iba a ser juzgado en el mismo juicio contra Gabriele el pasado 29 de septiembre, pero el Tribunal, a petición de Gianluca Benedetti, abogado del informático, separó los dos casos y decidió que fuera juzgado más adelante.
El informático puede ser condenado hasta con un año de cárcel, según la legislación del Estado de la Ciudad del Vaticano.