A un niño con discapacidad, un libro convencional de poco le sirve. Necesitan un material específico. Hasta ahora, la Xunta de Galicia le daba a los padres 180 euros para poder comprar fichas adaptadas, ceras blandas para dibujar más fácilmente.

La Xunta sólo subvencionará los libros de texto, que la mayoría de estos niños ni tocan durante el curso. Sólo mantendrán la ayuda a material escolar los niños con más de un 65% de discapacidad.

Lo que denuncian los padres es que formar y cuidar a un niño con problemas supone un desembolso diario enorme y que el gobierno gallego ya no apuesta por la integración de niños como Rafael, que avanzarían más si su madre, este año, pudiese comprarle una tablet. Todos estos padres piden que la Administración no señale a sus hijos como diferentes.