Las novedades son la marca de agua con el rostro de la princesa griega Europa, también retratada en el holograma. El valor del billete, ahora, en color verde esmeralda, bandas rugosas en los laterales y en la presentación, que no es novedad, el autógrafo del Presidente del Banco Central Europeo.

El auditorio se ha quedado extasiado con la versión 2.0 del billete de cinco euros y, poco a poco, veremos también la versión mejorada de los billetes de 10, 20, 50, 100, 200 y 500 euros.

Más seguros que los billetes de peseta, según los expertos, pero también aseguran que son menos artísticos. Duran tan poco en el bolsillo que para qué fijarse en ellos.  Ya son 11 años y aún no sabemos qué monumentos hay plasmados en los billetes.

Son monumentos inventados, que representan los diferentes periodos arquitectónicos y que simbolizan apertura y de ahí las puertas y ventanas plasmadas en los billetes.