Enrique pidió hace cuatro años una ayuda a la dependencia para su hijo autista hiperactivo. Aunque se les reconoció, nunca recibió ninguna prestación: “Son cuatro años de sufrimiento, son cuatro años que la consejería de Bienestar Social ha hecho caso omiso a mi hijo. Se han hecho, en el buen sentido de la palabra, los locos”.

Cuatro años después, el Tribunal Superior de Justicia ha condenado al Consell valenciano a pagar  al hijo de Enrique los 336 euros de prestación mensual con carácter retroactivo y a asumir los intereses y costas del proceso. “Durante cuatro años no resuelve, hay un silencio administrativo. Está diciendo que hay una desidia por parte de la administración y ha abandonado a su suerte a todas las personas con discapacidad” explica su abogado, Alfredo Gómez.

Por eso ahora Enrique quiere convertir su lucha en un ejemplo a seguir por otros padres en su misma situación: “A todas las familias les digo: ir a denunciar, ir por la vía jurídica”. Pero son muchas las familias que ha fracasado en su intento de reclamar  sus prestaciones. El abogado de Enrique recomienda una vía judicial muy concreta: “Yo aconsejo presentar recursos contenciosos ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana que es el paso más seguro”.

Enrique, aunque contento, lamenta todo el tiempo perdido que su hijo no ha podido emplear en hacer rehabilitación.