El Gobierno de Rusia y la Comisión Europea inician en la capital rusa dos días de reuniones con una agenda que incluye todo el abanico de las relaciones bilaterales, pero con la vista puesta en Chipre.

Aunque la crisis chipriota no figura en el temario de las conversaciones, Moscú ha adelantado que la grave situación financiera del país isleño y el polémico rescate propuesto por el Eurogrupo serán abordados en las negociaciones.

"Me sorprendería sobremanera que este tema no sea objeto de debate", declaró el representante permanente de Rusia ante la Unión Europea, Vladímir Chizhov.

La propuesta de gravar con un impuesto extraordinario los depósitos bancarios en Chipre sacó chispas en Rusia, que tiene grandes intereses en la isla mediterránea y ha tachado la posible medida de "confiscatoria".

El primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, ha advertido de que medidas como ésta no sólo crean desconfianza, sino que podrían extenderse a otros países de la zona del euro.

"Si se puede hacer en Chipre, ¿por qué no podría hacerse en España, Italia o en otros países con problemas financieros? Mañana comenzarán a confiscar los depósitos allí. Esto da que pensar", dijo.