Este incremento se sumará al encarecimiento del 63% registrado entre 2003 y 2011, ochos años en los que la factura eléctrica media anual de los hogares ha pasado de 360 a 588,5 euros y se ha situado entre las más elevadas de Europa, superada tan sólo por Irlanda y Chipre.

En el conjunto de 2012 y 2013 y tras las medida adoptadas por el Ejecutivo para atajar el déficit de tarifa eléctrica, el recibo de la luz habrá subido un 8%, ha añadido Soria, quien ha asegurado que si el Gobierno no hubiera hecho nada el encarecimiento habría tenido que ser del 42% en esos dos años.

Ante el problema del déficit de tarifa eléctrica, que suma ya 26.000 millones de euros y se genera porque los ingresos vía recibo de la luz son insuficientes para remunerar todos los costes que soporta el sistema, y si no se hubieran tomado medidas, sólo cabían dos alternativas: "la quiebra del sistema o el incremento de los precios al consumo por encima del 40 %", ha insistido Soria.

Tras las medidas aprobadas en 2012 para atajar el déficit de tarifa, quedaban pendientes de resolver unos 4.500 millones de euros, que el Gobierno ha decido repartir entre empresas (2.700 millones), Presupuestos del Estado (900 millones) y consumidores (900 millones). Si esos 4.500 millones hubieran recaído únicamente sobre los consumidores, el incremento del precio de la luz para este año habría sido del 19%.

Durante su intervención, el ministro de Industria ha desgranado la evolución de los diferentes costes del sistema eléctrico entre 2003 y 2011. Así, mientras en 2003 de los 360 euros que pagaba de media un consumidor, 12 euros correspondían a costes extrapeninsulares, 60 a primas a las renovables, 120 a distribución, 31 a transporte y 125 al coste de la energía.

Ocho años después, de la factura media de 588,5 euros, 47 eran para el pago de los extracostes, 253 de las primas que reciben las energías verdes, 176 euros a la distribución, 52 euros a transporte y 199 a la energía.