La reforma del sistema bancario figura en la agenda de la reunión que los ministros de Economía del Grupo de los Siete. En esta reunión también se abordará la crisis de la deuda.

Los ministros del Reino Unido, Estados Unidos, Alemania, Canadá, Francia, Italia y Japón, junto con los gobernadores de los bancos centrales y la directora gerente del Fondo Monetario Internacional -FMI-, Christine Lagarde, inician una reunión de dos días a las afueras de Londres.

Los ministros del G7 trataran los desafíos económicos que hay por delante y cual es la mejor manera de conseguir una recuperación económica a pesar de la crisis en la eurozona, según fuentes de la actual presidencia británica de este grupo.

Este encuentro ha sido calificado de informal y en principio no está previsto que haya una declaración final, pero ha sido convocado antes de la cumbre del G8, formada por los siete países más ricos más Rusia, que se celebrará en Irlanda del Norte los próximos 17 y 18 de junio.

El ministro británico de Economía, George Osborne, quien preside este encuentro, ha dicho que hay más estabilidad pero ha señalado que hay que apoyar la recuperación.

"Vamos a hablar de cómo impulsar la recuperación. No hay duda de que hay más estabilidad que, tal vez, el año pasado, y esto se refleja en los mercados financieros", ha afirmado Osborne sobre el G7, cuyos países representan un 66% de la riqueza global.

"Nuestro encuentro se celebra en momentos de más estabilidad económica, gracias a las políticas que hemos tomado. Los mercados se han calmado, y hay señales de que esto está creando una mayor confianza. Pero no debemos dar por sentada la recuperación global. Debemos evitar debilitar nuestra determinación a afrontar los desafíos colectivos", ha subrayado el ministro británico.

Según fuentes del Tesoro, Osborne hará hincapié en la necesidad de que la reunión se centre en tres pilares, "el activismo monetario, la responsabilidad fiscal y la reforma estructural".

Este encuentro se celebra en momentos dificiles en el que muchos países occidentales atraviesan por un fuerte endeudamiento y tienen dificultades para conseguir la recuperación.

Según un informe del FMI sobre las perspectivas de la economía mundial, la eurozona se quedará al margen de la recuperación global en 2013 y cerrará el año con una contracción del 0,2%.

Por su parte, la economía mundial crecerá un 3,5% en 2013 y en 2014 lo hará un 4,1%, impulsada por los países emergentes y el buen comportamiento de Estados Unidos, de acuerdo con el organismo internacional.