Aunque aún trabaja en ella, Montoro ya sabe lo que no incluirá su reforma fiscal. Los grandes patrimonios pueden dormir tranquilos en las SICAV porque no se les subirán los impuestos. Hacerlo, teme el Gobierno, sería invitarles a que se vayan. "Siempre es mejor que estén en España, porque da trabajo y actividad", ha señalado.

En España, por ejemplo, tienen SICAV Amancio Ortega o Alicia Koplowitz. Se trata de sociedades de inversión que tienen que tener un capital superior a los 2,4 millones de euros, al menos 100 participantes y que, lo que supone en la práctica, es que se paga menos por el impuesto de sociedades. En concreto se tributa al 1%, en vez de al 30%. Aunque el tipo por la retirada de plusvalías sí es el mismo, del 21%, que fuera de las SICAV.

Así que la oposición, en medio de una subida generalizada de impuestos al resto de ciudadanos, lo considera injusto. "Si algún tributo debe subir, es éste", ha afirmado Emilio Olabarria, del PNV. Y lo interpreta como una ayuda más del Gobierno a algunos de los que también se beneficiaron de la amnistía fiscal. "Han encontrado en las SICAV una manera de pagar menos impuestos y el Gobierno va a mirar para otro lado con los grandes defraudadores".

En 2013 se ha producido un auténtico boom de este tipo de sociedades. Hasta junio se crearon 33 nuevas SICAV, la cifra más alta desde 2008.