Con la llegada del mes de julio, han llegado las rebajas de verano, aunque ya no son la locura de antaño. Pero que parecen más rebajas que nunca.
Los escaparates se visten con descuentos de todos los colores, y eso incita a las carteras. Aunque los presupuestos siguen siendo muy reducidos por la crisis económica que asola el país.
Los presupuestos varían tanto como las previsiones de ingresos. Los más optimistas esperan vender hasta un 20% más que el año pasado. Otros, se darían por satisfechos si cada cliente llegara a gastarse los 50 euros que se gastó el año pasado. Pero algunos estiman que no se llegará ni a lo del año pasado, entienden que "entre 30 o 40, lo máximo".
Casi con más ganas que los consumidores acogen las rebajas los comerciantes. El sector espera que se conviertan en la tabla de salvación de una temporada empañada por el mal tiempo. Muchos comerciantes afirman que "esperemos vender lo que no hemos podido vender hasta ahora y recuperar una temporada que ha sido bastante mala".
Además, de la conyuntura económica del país, algunos aseguran que el retraso de la llegada del verano ha hecho que "tenemos mucha ropa úna de verano sin vender". Y por eso encontrar rebajado justo lo que necesitas, parece esta vez más fácil que nunca. El cartel ya está colgado, y no se quiere ni oír hablar del 'no hay billetes'.