El estallido de la burbuja inmobiliaria dejó a Toni en la calle con 50 años, tras toda una vida dedicada a la construcción. Perdió la esperanza de encontrar un nuevo empleo pero un hotel de Barcelona le abrió las puertas de la reinserción laboral. Lleva 2 años contratado.

Él es uno de los elegidos por este establecimiento hotelero cuyo objetivo es disminuir el paro en uno de los barrios de Barcelona más azotados por la crisis. Por eso, integra en su plantilla a personas en riesgo de exclusión social.

Santiago Hernández, director del hotel Barcelona Princess, explica los perfiles: “Los perfiles son parados de larga duración, mujeres maltratadas, inmigrantes, personas que han perdido o roto la cadena laboral…”

Todos los trabajadores pasan por un periodo de prueba en el que un formador les acompaña y les dirige. Este cuatro estrellas forma parte de una red de empresas que aúna esfuerzos para dinamizar el barrio económicamente y socialmente.

El centro de convenciones de Barcelona también se sumó a la iniciativa y Jordi, parado de larga duración, fue uno de los beneficiados. Un ERE le había dejado en la calle. Segundas oportunidades con empresarios y empleados comprometidos con la realidad más cercana.