La cama es para los profesores, porque ahora tienen que tener más cuidado que nunca con su salud y es que, desde octubre, cualquier funcionario público que caiga enfermo perderá entre un 25% y un 50% de su sueldo en función de los días que esté de baja.

No es raro encontrarse a profesores dando clase con 38 de fiebre y el número de bajas médicas se ha reducido considerablemente en los últimos seis meses.

Así, si los profesores no pueden ir al hospital, en su instituto es el hospital el que va hasta ellos, como en el caso de Chema, uno de los docentes que, después de varios dias con fiebre no le queda otro remedio que recurrir al centro de recuperación, donde le atienden.

Además, a través de un cuadrante de guardias, los compañeros de Chema se ocupan voluntariamente de todo para que no tenga que pedir la baja y ver así mermado su sueldo.

De momento, el hospital de campaña permanecerá en este centro de manera indefinida, como símbolo de protesta contra lo que ellos consideran una campaña continuada de acoso a los funcionarios.