Rebajas en el precio de los productos, pero también en los salarios. Es la propuesta de los grandes almacenes para afrontar la crisis. Quieren ligar el sueldo de sus trabajadores a la evolución de las ventas. También proponen suprimir una paga extra y que trabajar en domingo o festivo sea como trabajar en día laborable.

Los españoles cada vez compramos menos, y las grandes superficies dicen que no pueden seguir asumiendo el descenso. Ni siquiera la campaña navideña ni las rebajas han animado el consumo.

En noviembre, las ventas cayeron casi un 8% respecto a 2011. Aunque la patronal no ha querido hacer declaraciones a laSexta, los sindicatos denuncian que su propuesta es compensar la caída reduciendo el sueldo de sus empleados. Un trabajador que gane 800 euros pasaría a ganar sólo 750, más de un 6% menos. 

No consumimos porque tenemos poco dinero, y se recortan los sueldos porque no consumimos. Un círculo vicioso del que cada vez parece más difícil salir.