El Eurogrupo ha alcanzado un "acuerdo tácito" para permitir que el rescate bancario español expire a finales de año, tal y como estaba previsto, y no obligará al Gobierno de Mariano Rajoy a aceptar una prórroga del préstamo, según ha informado este martes un alto funcionario de la UE. No obstante, vigilará que España cumpla los objetivos de déficit y las reformas comprometidas para evitar nuevos desequilibrios.
El Eurogrupo analizará en su próxima reunión del día 14 en Luxemburgo la cuarta y penúltima revisión del programa de asistencia financiera a la banca española, sobre la que la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) presentó a finales de septiembre sus conclusiones preliminares.
La eurozona considera además que el caso español no es comparable al luso, griego o irlandés, donde sí se tendrá que abordar la cuestión de la estrategia de salida y de posibles programas de acompañamiento, afirmó un alto funcionario de la Unión Europea (UE).
En el caso de España "no hay un programa macroeconómico. No hubo un problema de que España se quedara realmente fuera de los mercados", precisó la misma fuente." Hubo durante algún tiempo unas primas de riesgo elevadas que se han reducido de manera importante durante la vida del programa de asistencia financiera al sector bancario", recalcó.
Además, éste solo ha supuesto el 4% del Producto Interior Bruto (PIB) y por tanto "no es algo de lo que realmente sales, pero sirvió su propósito", añadió. "España está en el camino" correcto, insistió la fuente, aunque recalcó que todavía debe perseguir "con vigor" los objetivos fiscales y continuar con las reformas que ha acometido.
"Ha habido importantes reformas con respecto a la supervisión del sector financiero y también de ciertos aspectos de la regulación; ha habido importantes reformas en el mercado laboral y hemos visto una corrección significativa del déficit por cuenta corriente, así como mejoras en los costes laborales unitarios relativos", indicó el alto funcionario de la UE.
"El problema de la banca no cayó del cielo, sino que estuvo estrechamente asociado a la pérdida de la competitividad externa, un déficit por cuenta corriente del 10 % del PIB hacia el final de la acumulación de los desequilibrios y el apalancamiento excesivo en el sistema bancario que se canalizó en un nivel excesivo en el sector de la construcción e inmobiliario, con todos los créditos morosos o dudosos", explicó la fuente.