Juan siempre quiso estudiar biología. Ahora se enfrenta a sus exámenes de primero con el miedo de no conseguir la nota que le garantice la beca. Sin ella no podría seguir estudiando. "Para los padres es muy difícil ahora mismo seguir pagando la matrícula de la universidad", asegura Juan.

El año pasado le concedieron 1.700 euros para su matrícula. Este año no podría asumir el gasto de ninguna manera. "Al final nos quedaremos los más pobres sin poder acceder a la universidad". Jeison ya ha sufrido los recortes. Este curso no le concedieron la ayuda. Sólo ha podido matricularse de la mitad de sus asignaturas.

Como ellos, muchos estudiantes para los que las becas son imprescindibles. Según un estudio reciente, el 66% de las familias inmigrantes no superan los 1.500 euros de ingresos, y casi un 40% no llega a los 1.000 euros.

Preocupante si cogemos otro dato. Dos profesores universitarios de Jaén y Valencia, preocupados por sus alumnos, han calculado el impacto de los nuevos requisitos para becas: 35.000 alumnos han perdido la suya. Para el próximo curso, se endurece la nota media para conseguirla, hasta un 6,5 y según su cálculo un 30% de los estudiantes becados dejarán de serlo.