Basta que el panorama internacional cambie para que Europa tema por su abastecimiento de energía. Un problema del que España se salvaría si se potenciarán las energías renovables. La tecnología ya permite que puedan almacenarse. Así lo hacen en Gemasolar, una planta termosolar de Sevilla. La prueba es que a pesar de no lucir el sol, trabaja a pleno rendimiento gracias a unas sales que conservan la energía.
“Esto significa que podemos adoptarnos a la curva de la demanda, es decir, cuando el país necesita energía podemos venderla. No es necesario que sigamos condiciones meteorológicas, podemos utilizar energía del sol a nuestra conveniencia” explica Gonzalo Azcárraga, director de la planta Gemasolar.
Producir nuestra propia energía permitiría no depender de terceros. Pero las renovables no viven su mejor momento. La crisis económica ha frenado su desarrollo en favor de energías más baratas: “EEUU está generando mucha electricidad con gas de fracking, ha dejado de importar otras fuentes de energía por ejemplo carbón con lo cual también los precios del carbón se han alterado y si los combustibles fósiles bajan de precio eso es una limitación a las renovables” cuenta Mercedes Ballesteros, jefe de unidad de biocarburantes del CIEMAT.
La tecnología permite que España pudiera autoabastecerse con energías renovables e incluso poder comercializarla. Para eso hay que potenciar los proyectos de interconexión con Europa y el norte de África. Los Pirineos y el Estrecho de Gibraltar favorecen que España siga siendo una isla energética.
Consejo de Agricultura y Pesca
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