En concreto, de los 4.251,86 millones adjudicados, 2.124,06 millones se han colocado a tres años con una rentabilidad del 3,471%, por debajo del 3,66% precedente, y otros 1.123,42 a diez años con un interés del 5,322%, también inferior al 5,66% de la subasta anterior.
Sin embargo, los 1.004,38 millones adjudicados a cinco años han salido con un rendimiento del 4,729%, por encima del 4,52% de la emisión de este plazo celebrada en noviembre.
La subida de la rentabilidad en el bono a cinco años no empaña la buena colocación cerrada hoy por el Tesoro, para la que las entidades han solicitado 9.295,86 millones de euros, lo que supone que el ratio de cobertura o proporción entre la demanda y el importe adjudicado ha sido de 2,1 veces.
El efectivo captado en esta subasta y en las tres que restan en diciembre se destinará a prefinanciar 2013, ya que el Tesoro completó a comienzos de noviembre sus necesidades de liquidez para este ejercicio.
Ello permitía a España abordar las emisiones posteriores con tranquilidad y colocar en todas las subastas más importe del previsto y a menor interés.
En los últimos días, la aprobación del último paquete de ayuda a Grecia terminaba de apaciguar a los mercados, aunque el fracaso del Ecofín para alcanzar un acuerdo sobre la unión bancaria, pospuesto hasta el 12 de diciembre, volvía a introducir tensión en el mercado secundario de deuda soberana.
La prima de riesgo, que mide el grado de confianza de los inversores en el país, caía por debajo de los 400 puntos básicos y se situaba en torno a 380, aunque a lo largo de la jornada de hoy e inmediatamente después de la puja rozaba de nuevo los 400.
El rendimiento del bono español a diez años, cuyo diferencial con el alemán del mismo plazo permite medir el riesgo país, pasaba del 5,3% desde el 5,2 % de la víspera.