Antonio, Víctor y Francisco son trabajadores con alguna discapacidad. Sin embargo, hace meses que no cobran su nómina puntualmente. “Antes nos debían cinco y ahora dos y medio”, cuenta Víctor. Antonio, por su parte, asegura que está situación “se lleva muy mal porque hay que pagar las hipotecas”.

El retraso de las ayudas de la Generalitat Valenciana está poniendo al límite a los trabajadores de los centros especiales de empleo. “A toda la plantilla de APSA se nos deben dos nóminas y media”, asegura Asunción Muñoz, delegada sindical de CCOO en APSA. El riesgo, según el presidente de centros especiales de empleo, ‘AGEVALCEE’ es “que muchos acaben cerrando”.

En algunas empresas que contaban con estas ayudas pública han tenido que ajustar personal para poder seguir siendo competitivos. Pilar Valero, responsable de calidad en ‘Celodisval’ afirma: “Hace un año éramos 40 personas en plantilla y ahora estaremos 20”.

Por su parte, la Consellería  valenciana de Industria asegura que están agilizando el proceso para poder pagar este mes los casi 6 millones de euros que aún deben de 2013. Francisco, trabajador con discapacidad, cuenta: “Esta situación me supone un malestar porque no puedo independizarme”. Aseguran que estos retrasos, unidos al copago de medicamentos y centros, están agravando la difícil situación de la dependencia en la Comunidad Valenciana.