Tamara Peiró redacta su curriculum en busca de su primer empleo pero no sabe bien que poner ya que asegura que “no tengo nada”. No tiene experiencia así que la posibilidad de encontrar un trabajo se reduce aún más. Hasta un 12% con respecto a los que sí la tienen.
“He estado mirando para echar curriculum en muchos sitios, pero lo que más me piden es experiencia” asegura Tamara. El problema afecta a más de medio millón de jóvenes que buscan una oportunidad. Un 174% más que al inicio de la crisis. Entonces eran sólo 200.000.
Lorenzo Rivarés, portavoz de Asempleo, cuenta que “estábamos acostumbrados a que cualquiera podía hacer cualquier puesto de trabajo porque había mucha oferta laboral. El mercado laboral se ha vuelto competitivo y además de competitivo, los puestos de trabajo los acaban consiguiendo los que mayor formación tienen o más adecuada para el puesto de trabajo”.
La peor parte se la llevan las mujeres menores de 25 años y sin formación porque la posibilidad de un contrato para ellas se reduce. Sonia Sánchez lleva 2 años buscando trabajo: “Sí que es verdad que me podido centrar un poco más en mi campo pero de lo que sea, trabajo de lo que sea”.
Tiendas o bares serán el destino de la mayoría, casi el 35%. Pero los expertos insisten: lo importante es trabajar y tener así un trampolín para un futuro contrato mejor.