CaixaBank ha presentado este martes la hoja de ruta que marcará el 'Plan Estratégico' de la entidad hasta 2024; un plan con el que prevé alcanzar una rentabilidad superior al 12% y que sitúa la calidad del servicio como "pilar" para el desarrollo del mismo. Así lo ha expresado el propio presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, que ha destacado la necesidad de poner "el foco en el cliente, en desarrollar las mejores propuestas ofreciendo una excelente calidad de servicio". Con el lema 'Cerca de nuestros clientes', el objetivo es enfatizar "la cercanía como la característica diferencial en la forma de relacionarnos con ellos", ha añadido Goirigolzarri.

Una puesta en marcha que comparte el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, quien ha avanzado las "líneas fundamentales" de este proyecto de cara a los tres próximos años: "Se centran en impulsar el crecimiento de nuestros ingresos, mantener y seguir potenciando el mejor modelo de relación omnicanal con nuestros clientes y consolidar a CaixaBank como el grupo financiero de referencia en Europa por nuestro compromiso social y medioambiental".

Con este 'Plan Estratégico 2022-2024', CaixaBank aspira a lograr no solo esa rentabilidad superior al 12% con la que "poder remunerar adecuadamente a todos los accionistas", según Cortázar; también, mejorar la ratio de eficiencia por debajo del 48%, incrementar un 8% el margen de intereses y generar alrededor de 9.000 millones de euros de capital, cuantía que incluye "los 1.800 millones de la recompra de acciones que se repartirán este año, los dividendos y el capital CET1 por encima del 12%".

Las previsiones de CaixaBank sobre el PIB y la política monetaria

El plan de CaixaBank prevé un "escenario de crecimiento económico sostenido durante 2022-24" para la puesta en macha del plan. Esto es, un crecimiento promedio del PIB español del 3,4% y un descenso gradual de la tasa de paro hasta el 11,5%. Todo ello, a pesar de la difícil coyuntura internacional actual. Aunque la guerra de Ucrania y sus efectos sobre los precios están frenando el ritmo de recuperación a corto plazo, el banco prevé que la nueva fase de la pandemia, la recuperación del turismo extranjero, la normalización de las tasas de ahorro y el despliegue de los fondos europeos impulsen la actividad económica y la demanda de crédito.

Asimismo, el plan de la entidad anticipa una normalización de la política monetaria en los próximos trimestres en respuesta a la alta inflación, con una subida del Euríbor a 12 meses a un promedio de entre el 1,5% y el 1,6% en 2023-2024. En este escenario, CaixaBank espera mantener una elevada actividad comercial en créditos (hipotecas, empresas y consumo) y recursos de clientes y aspira a elevar sus ingresos a un ritmo del 7% entre 2022 y 2024, impulsados por la actividad de seguros (+10%) y la evolución moderada de las comisiones (+2%), de manera que el margen de intereses suba un 8% apoyado en el nuevo entorno de tipos de interés.

Objetivos de CaixaBank: rentabilidad, morosidad controlada y solvencia

El plan estratégico recoge que la rentabilidad (ROTE) se situará al final del periodo por encima del 12%, lo que supone casi duplicar los actuales niveles, mientras que la ratio de eficiencia mejorará 10 puntos en comparación con 2021, hasta colocarse por debajo del 48%. Otro pilar será el control de la morosidad, que previsiblemente descenderá por debajo del 3% a finales de 2024.

Por el lado de la solvencia, CaixaBank tiene como objetivo seguir manteniendo una posición de fortaleza y de liderazgo entre las grandes entidades financieras españolas. Durante este periodo, la entidad tiene como objetivo interno situar el capital de máxima calidad CET1 en el rango entre el 11% y el 12%, aplicando una "atractiva" política de remuneración a los accionistas que se apoyará en el aumento de ingresos y la neutralización de costes tras la fuerte reducción acometida en 2022 por la captura de las sinergias tras la fusión con Bankia.

Mejorar la remuneración a sus accionistas

Uno de los objetivos principales de la entidad para los próximos tres años es aplicar una atractiva política de remuneración a los accionistas. Su previsión es generar alrededor de 9.000 millones de capital. En esta cuantía se incluyen los dividendos (con un payout superior al 50%), la entrega de 1.800 millones correspondientes al plan de recompra de acciones anunciado hoy y el exceso de capital sobre el 12%.

Esta estrategia de retribución a los accionistas revierte directamente a la sociedad, dado que el 30% de las cuantías repartidas las ingresa la Fundación “la Caixa” -cuyo presupuesto en 2021 fue de 510 millones-; otro 16% va a parar al Estado, a través del FROB, y otro 28% a los alrededor de 646.000 pequeños accionistas a 31 de marzo, que también se verán beneficiados de la fortaleza financiera de CaixaBank.

Con esta nueva hoja de ruta para los próximos ejercicios, CaixaBank pretende generar una rentabilidad atractiva para los accionistas apoyada en un aumento de los ingresos core y unos costes neutralizados tras la fuerte reducción acometida en 2022 por la captura de las sinergias tras la fusión con Bankia, lo que permitirá al banco mejorar en eficiencia y ofrecer nuevos productos y servicios adaptados a las necesidades de los clientes.