2014 ha sido año de récord en el turismo, pero el que acaba de comenzar puede ser aún mejor. Se cierra el año con 65 millones de visitantes, un tirón sostenido sobre todo por turistas británicos, que consolidan al Reino Unido se consolida como el principal mercado emisor.

La caída del precio del euro hace de nuestro país un destino aún más atractivo. Y con el barril de petróleo por debajo de los 50 dólares, los billetes de avión salen también más baratos.

Británicos, alemanes, franceses y también italianos, pero también americanos y, cómo no, los asiáticos. Todos los colectivos aumentan, excepto el ruso. Lastrados por la caída del rublo, el mercado ruso que había despegado desde el comienzo de la crisis ha pasado ahora a un segundo plano.