Un hombre estaba haciendo ejercicio tranquilamente en su gimnasio cuando, de repente, un coche se empotró contra el ventanal del edificio. El vehículo arrastró la cinta de correr en la que estaba el hombre, que reaccionó para salvar su vida.

La conductora salió descalza del coche, preocupándose por el estado de salud del hombre. Aseguró ante la Policía que se trató de un problema con el pedal de freno.