El fichaje de Luis Figo fue y es uno de esos que marca un antes y un después en el fútbol. El portugués cambió el Barcelona por el Real Madrid en una operación histórica que supuso además el espaldarazo para la victoria de Florentino Pérez en las elecciones a la presidencia blanca ante Lorenzo Sanz.
Pero no solo fue importante por esas dos razones, sino por todo lo que tenía tras de sí y también por delante. El fichaje costó un total de diez mil millones de las antiguas pesetas, 60 millones de euros al cambio, lo que supuso un hito en aquel momento. Además, fue una promesa electoral de Florentino que terminó por cumplir.
No sentó nada bien esto en Barcelona. La afición de los culés no solo se mosqueó por la salida del luso sino también por las llegadas de futbolistas que no tenían el nivel. Todo el dinero ingresado lo gastaron en futbolistas tipo Overmars y Petit, que pasaron con más pena que gloria por el Camp Nou.
Joan Gaspart, presidente azulgrana, avisó que no se iba a "olvidar" de lo que acababa de suceder.