El Real Madrid cambió el chip liguero, con un mal momento tras dos empates consecutivos en el estadio Santiago Bernabéu, por el europeo con el regreso de la Liga de Campeones, con un entrenamiento dominical con el que comenzó a preparar el estreno del próximo miércoles ante el Apoel.

Sin tiempo para lamentarse de un nuevo traspié liguero en el Bernabéu, con el segundo empate ante el Levante tras el del Valencia, la plantilla del Real Madrid ya pone su mente en reaccionar en Liga de Campeones y comenzar con fuerza una nueva defensa del título tras ganar las dos últimas ediciones.

En la mañana del domingo no hubo descanso pese a que el estreno europeo es el próximo miércoles y Zinedine Zidane preparó una sesión de recuperación para los jugadores que fueron titulares ante el Levante y de mayor intensidad para suplentes y no convocados.

Sin la presencia del francés Karim Benzema, que sufrió una lesión muscular ante el Levante y comenzó la recuperación para intentar acortar el mes de baja, el Real Madrid se ejercitó con la presencia de un canterano, el portero del juvenil Moha.

Con Cristiano Ronaldo entrenando a tope preparando su vuelta a la competición el miércoles, y a falta de cumplir en Liga su último partido de sanción, el grupo que dirigió Zidane completó series de carrera continua y rondos antes de realizar ejercicios de precisión, pases y disparos a puerta más unos partidos en dimensiones reducidas, según informó la web.