Luis Enrique ha sido presentado como seleccionador nacional en una "charla de amigos", como ha definido el protagonista, en la que no se ha mordido la lengua.

El asturiano tuvo dos cuestiones que protagonizaron esa rueda de prensa de vuelta al que era su cargo. La primera y en la que fue más contundente fue en su relación con Robert Moreno, al que llamó "desleal", asegurando que "no habría hecho lo que hizo Robert Moreno".

"Mi desencuentro con Robert Moreno es a partir del 12 de septiembre, cuando veo que quiere hacer la Eurocopa. Él me dice que, si quiero, después de la Eurocopa sería mi segundo entrenador. Lo veía venir", explicaba Luis Enrique a los periodistas.

También habló sobre aquella negra noche en Malta en la que su vida dio un giro de 180 grados. El seleccionador reconoce que tomó "rápidamente" la decisión de volver al cargo, teniendo un motivo por encima de todos: "Quiero seguir demostrándole a mi familia que la vida continúa".

"Tengo que agradecer a todo el mundo el apoyo que hemos sentido. Impactante, como los minutos de silencio, las muestras de cariño, como la Roma... Aquí no hay nadie que no quiera estar. No obligo a nadie a estar en mi staff", reconoce Luis Enrique.