El ciclista alemán John Degenkolb (Trek-Segafredo) ha ganado este domingo al sprint la novena etapa del Tour de Francia, disputada sobre 156,5 kilómetros entre las localidades de Arras Citadelle y de Roubaix, mientras que el belga Greg Van Avermaet (BMC Racing) se ha mantenido como portador del maillot amarillo de líder en la clasificación general.
Un día después de la Fiesta Nacional que cada 14 de julio conmemora la toma de la Bastilla, la 'Grande Boucle' vivió otra etapa rodeada de patriotismo al coincidir en fecha con la presencia de su selección de fútbol en la finalísima del Mundial.
Los corredores se toparon con multitud de banderas francesas y camisetas de Paul Pogba, Antoine Griezmann y compañía, durante una jornada marcada por un total de 21,7 km rodando sobre adoquinado.
El peligro de esos tramos sobre el pavés se agrandó desde el inicio, cuando una caída en el kilómetro 7 provocó que hombres importantes, como el español José Joaquín Rojas (Movistar) y sobre todo el australiano Richie Porte (BMC Racing), abandonasen la carrera a causa de sus respectivas lesiones.
El abandono de Rojas supuso una baja sensible para el equipo Movistar, pues perdía así a uno de los gregarios encargados de encauzar el liderazgo de los también españoles Alejandro Valverde y Mikel Landa junto al colombiano Nairo Quintana.
Por su parte, la retirada de Porte dejó al pelotón sin uno de sus grandes candidatos para el triunfo definitivo el 29 de julio en los parisinos Campos Elíseos.
El 'aussie' se subió a una ambulancia entre ostensibles gestos de dolor en su clavícula derecha tras ese temprano accidente.
Fue el primer damnificado de un recorrido duro a tenor de 15 sectores sobre pavés, en la que ha sido la tercera etapa con más kilómetros de adoquines en la historia del Tour; en esa curiosa estadística, figuran por delante la etapa Amiens - Roubaix de 1979 (32,5 km) y la Valenciennes - Roubaix de 1983 (28,4 km).