Tener una razón para levantarse cada mañana ayuda a dormir mejor, según ha comprobado un estudio realizado en Estados Unidos por la Escuela de Medicina de la Universidad de Northwestern y el Centro Médico de la Universidad de Rush.

La reducción de trastornos del sueño y la mejora de la calidad de este durante un largo periodo de tiempo son algunos de los beneficios que tiene tener un propósito en la vida.

El estudio ha sido realizado a personas mayores. Participaron 823 personas. Eran individuos no dementes de 60 a 100 años con una edad promedio de 79 de los cuales la mitad eran afroamericanos y el 77% eran mujeres. El 63% de los participantes consideraban que su vida tenía sentido, por lo que eran menos propensas a tener apnea del sueño y un 52% menos de tener el síndrome de las piernas inquietas. Para el estudio, los participantes contestaron una encuesta de 10 preguntas sobre el propósito de sus visas y una encuesta de 32 cuestiones sobre el sueño. A pesar de que los seleccionados hayan sido personas mayores, los investigadores han afirmado que este descubrimiento es probablemente aplicable al público en general.

El autor principal, Jason Ong, profesor asociado de neurología en la Universidad de Northwestern, ha señalado que "ayudar a las personas a cultivar un propósito en la vida podría ser una estrategia efectiva para mejorar la calidad del sueño, especialmente para una población que está enfrentando más insomnio" y que "el propósito en la vida es algo que puede ser cultivado y puede mejorar a través de terapias de atención plena".

Arlener Tuner, primer autor del estudio ha señalado que "el próximo paso en la investigación debería ser estudiar el uso de terapias basadas en la atención plena para alcanzar el objetivo de la vida y consiguiente calidad del sueño".