Médicos de diferentes países del mundo han dado la voz de alarma ante los casos de personas que se ven obligadas a ir a urgencias después de ingerir gel antibacteriano. Desde hace cinco años, en Estados Unidos, Inglaterra o Suecia se han registrado casos de consumo, principalmente en jóvenes. Las autoridades sanitarias en Suecia han pedido a las farmacias que controlen la venta de este producto, que también puede adquirirse en supermercados y droguerías.

Ingerir una cantidad considerable de este químico afecta el sistema nervioso, al sistema respiratorio y altera la función cardiaca. Además, puede conllevar a la pérdida de consciencia y, en el peor de los casos, provocar la muerte.