Esta ciudad turística de Alicante cambiará los eléctricos por coches de gasolina y otras alternativas sostenibles

No es oro todo lo que reluce aunque los políticos nos intenten hacer ver lo contrario. Con los eléctricos pasa exactamente eso, sobre todo tras los incendios ocurridos en Madrid durante los últimos meses y que, en el caso de uno de ellos, se cobró la vida de tres bomberos en Alcorcón. Tras esta tragedia, el Ayuntamiento de Calpe ha tomado nota dado que en abril se produjo otro mientras que un EV estaba estacionado en una calle muy cercana a la sede del consistorio. De esta forma, en el mes de noviembre - fecha de expiración del contrato - dejará de emplear coches eléctricos para el servicio de renting que emplean varios de sus funcionarios tras más de ocho años.

Ha sido su alcaldesa, Ana Sala, quien comunicó esta noticia durante un pleno municipal celebrado hace un par de semanas. Consciente de que este hecho comentado es "algo puntual", la edil informó que próximamente se sacará a licitación un nuevo contrato de renting para otros tipos de vehículos, cuya tecnología la escogerán los técnicos expertos municipales. Acerca de cómo será la licitación, Sala no supo dar una respuesta: "si tienen que ser de gasolina, gasoil o lo que tenga que ser, o hidrógeno verde, ese que hay ahora, que está de moda… no lo sé, ni lo conozco, ni lo entiendo. Eso se lo dejo a los expertos".

No hubo problemas antes

Ana Sala también detalló que, desde que el servicio está en marcha, ninguno de los funcionarios del Ayuntamiento ha tenido un problema con sus coches eléctricos de este tipo. Un único incidente en ocho años que ha sido argumento de suficiente peso para el consistorio de cara a acabar con su uso. La realidad es que no es más probable que un EV sufra incendios en comparación con otro vehículo de combustión. Pero lo que sí advierten algunos dueños es que las llamas que produce la química de las baterías de iones de litio que llevan a bordo son difíciles de apagar y pueden reavivarse horas después de extinguirse.

Dicho esto, parece claro que las marcas tendrán que reinventar las baterías de los eléctricos para evitar que sigan repitiéndose estas tragedias y, por tanto, seguir el ejemplo de Renault, que ha liberado la tecnología ideada junto a los bomberos de Francia para que ningún conductor o pasajero tema por su vida cuando algo así pase. Y es que fue precisamente un Renault Zoe el que se incendió en Calpe mientras que estaba aparcado, por lo que cuanto antes las marcas se sumen a la iniciativa de la marca del rombo, mucho mejor será para todos.

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