Me quedé helada al ver la foto de los peces muertos en el Mar Menor. Helada. Triste.

¿Cómo es posible que se haya llegado a esta catástrofe? Pensando en los peces recordé el discurso del Senador de Compromís Carles Mulet quien dedicó un minuto en la tribuna a repetir la palabra Cataluña. Cataluña, Cataluña, Cataluña. Debe ser que llevamos demasiados años ocupándonos de Cataluña, de las elecciones, de los pactos que nunca llegan, de los dimes y diretes de nuestros líderes políticos y poco o nada de otras cosas que también importan, como los peces del Mar Menor.

¿La política se ha ocupado del Mar Menor? Busqué la respuesta en el archivo de la web del Congreso. Cualquier iniciativa debatida está registrada ahí. Me puse a hacer una búsqueda exhaustiva de las veces que se ha hablado del Mar Menor en el Congreso. Cuándo, quién, cómo y, sobre todo, para qué.

Empecé por la X legislatura, la que discurrió entre 2011 y 2016. Introduje "Mar Menor" en la casilla y le di a "Buscar". La búsqueda fue infructuosa: "No existen resultados para búsqueda realizada". Así que avancé en el tiempo hasta la XI legislatura. Pero tampoco tuve suerte. Esa legislatura duró apenas cuatro meses. Pocas iniciativas tramitadas en un ambiente político absolutamente convulso y ninguna por tanto sobre el Mar Menor.

A pesar de todo, mantuve la esperanza. Rajoy formó Gobierno en Octubre de 2016. Empezaba por fin la actividad parlamentaria. Volví a repetir la operación en el buscador. Ahora sí, 37 iniciativas encontradas. 37 en 3 años de legislatura. Así que sí, parecía que en el Congreso, a partir de 2016, se habló y se debatió sobre el Mar Menor. Pero, ¡oh, sorpresa!, 12 de ellas se ahogaron en un cajón. Caducaron como los yogures. Se fueron al cubo de la basura sin tener ni un segundo de vida. Algo, por desgracia, habitual últimamente en la vida parlamentaria.

Quedaban 25. Me puse a analizar una a una las iniciativas registradas. La más antigua es de octubre de 2016. Su autor fue el PP, partido que en ese momento gobernaba España y también la comunidad autónoma de Murcia. La ministra de Agricultura y Medio Ambiente era Isabel García Tejerina. Fue una Proposición no de ley, esas iniciativas que ponen sobre la mesa determinados temas pero que se quedan en buenas intenciones, apenas sirven para que los grupos parlamentarios se retraten. A lo máximo que llega una Proposición no de ley es a ruborizar un poco al Gobierno de turno, ponerle deberes y nada más, porque el ejecutivo no está obligado a cumplir lo aprobado.

En esa Proposición había 8 puntos y ya se hablaba de la urgencia de la colaboración entre el Gobierno central y la Región de Murcia para eliminar los vertidos al Mar Menor. Tan urgente era en 2016 que ¿qué tenemos casi 4 años después? Peces muertos.

Cataluña, Cataluña, Cataluña. El punto 2 pedía impulsar encuentros entre las Administraciones para establecer las acciones de emergencia necesarias. También se exigía avanzar en el proyecto 'Vertido cero al Mar Menor' e investigar los regadíos ilegales. Buscar un plan sostenible de la agricultura intensiva en el Campo de Cartagena o cumplir la legislación europea.

Ya ven ustedes que el texto fue extenso, profuso y parecía dar en el clavo de lo que sucedía y de las soluciones que se necesitaban. Ese encargo se hizo al gobierno de turno. La gran pregunta es ¿hizo caso? Cataluña, Cataluña, Cataluña. Peces muertos. A partir de esa iniciativa vinieron otras tantas, de casi todos los grupos. Todas en la misma línea: urgencia, medidas, plan, vertido cero… palabras bonitas. Todas aprobadas para nada. También caducó la petición de comparecencia de la Ministra Tejerina en la Comisión de Medio Ambiente sobre este asunto.

En junio de 2018 llega Pedro Sánchez al Gobierno. ¿Qué pasó entonces? El ministerio cambia de nombre. Pasa a llamarse de Transición ecológica. Cambia también la Ministra. Coge la cartera Teresa Ribera. Pero pocos cambios más. Tampoco ella ha dado explicaciones en sede parlamentaria sobre las tareas pendientes en la laguna salada más grande de Europa. Y se repiten las Proposiciones no de ley rogando al Gobierno que haga algo. Es verdad que en estos años se ha aprobado el plan de Vertido cero. Hace apenas dos meses el Ministerio de Ribera aprobó la Declaración de Impacto Ambiental de ese plan. Pero todo llega tarde.

Asociaciones ecologistas llevan dos décadas denunciando la dejación del gobierno regional y la falta de control del Gobierno central. La falta de fondos. La ausencia de firmeza en un problema que estaba pidiendo a gritos una solución. Porque cuando el poder legislativo se para, cuando la actividad legislativa muere, muere todo. No solo tres millones de peces. Esa foto es un reflejo de la agonía de un país esperando a ponerse en marcha.