Se suele escuchar que las comisiones de investigación parlamentarias son un circo y que no sirven para nada. Pero en esta ocasión el circo lo ha protagonizado ella: María Dolores de Cospedal. Es ex casi todo en la vida política. Exdiputada, exministra, ex secretaria general del Partido Popular. Sabe bien de qué va esto y ayer quiso que se hablara de otra cosa, y no de su imputación en el caso judicial que investiga la Operación Kitchen.

Cospedal sabía perfectamente que no debía acudir a declarar. Lo sabía porque los servicios jurídicos de la cámara avisaron a su secretaria con una hora de antelación. Primero llamaron al teléfono de la Exministra, pero ella no respondió.

Su secretaria aseguró que sería avisada de inmediato. Y no creo que la secretaria de alguien como María Dolores de Cospedal hiciera dejación de sus funciones en un asunto tan serio.

Además, por si esta comunicación telefónica no fuera suficiente, también se le envió un correo electrónico informándole del cambio de planes. Aún así, ella no dio marcha atrás en sus planes y se dirigió al Congreso dispuesta a quedar por encima de todos y todo.

En el grupo parlamentario popular sabían, y muy bien, que su comparecencia había sido aplazada. El portavoz de los populares en la comisión, Luis Santamaría, presenció el momento en el que el resto de grupos se ponían de acuerdo para tomar esa decisión. Y también en el PP sabían que Cospedal había decidido seguir su rumbo hacia la cámara baja. Así que el circo de 7 pistas, esta vez, lo ha montado ella, bien segura de que había una cámara grabándola.

Ha protagonizado un papel digno de cualquier premio cinematográfico. Presentándose como una compareciente ofendida, dolida y enfadada por el trato recibido al no ser avisada con antelación. ¿Aquí no hay nadie?, se preguntaba fingiendo sorpresa, como si estuviera deseando declarar y soltar lo más grande por su boca. Me van a permitir que no me resulte creíble su actitud, pero es que su marido, el empresario Ignacio López del Hierro, también imputado ha comparecido unas horas antes en la misma comisión. Él no ha querido contestar a casi ninguna de las preguntas de los comparecientes, acogiéndose a su derecho a no declarar. Y no parece raro pensar que su mujer optara por la misma estrategia.

Los grupos parlamentarios han decidido aplazar la comparecencia de Cospedal porque prefieren escucharla primero ante el juez, y así tener más información sobre los derroteros que han llevado a su imputación. Además, los grupos de la izquierda parlamentaria sospechan que el Juez García Castellón no ha actuado de manera casual imputándoles hoy, si no que lo ha hecho coincidir para que ellos tuvieran argumentos para no contestar a sus Señorías.

Cospedal ha mostrado mucho disgusto ante los micrófonos por no tener opción de comparecer, pero a preguntas de la periodista con la que se ha topado sobre su imputación, no ha querido decir ni palabra sobre su imputación.

Hay mucho debate sobre la utilidad o no de las comisiones de investigación parlamentaria, sobre si tienen sentido teniendo en cuenta que ya hay abierta una causa judicial. Los portavoces parlamentarios de la izquierda defienden ésta y otras comisiones de investigación porque mantienen que, en ocasiones, revelan y sacan a la luz informaciones desconocidas.

Destacan, por ejemplo, que el Juez García Castellón ha llamado a declarar de nuevo a Villarejo después de que él mismo dijera en sede parlamentaria que Rajoy conocía el espionaje a Bárcenas y a su entorno.

Desde el PSOE, Felipe Sicilia mantiene que este tipo de comisiones sirven para dirimir responsabilidades políticas así como hechos políticos que han podido ser irregulares o ilegales. Cuestiones en clave política que, a su juicio, no siempre resuelve la Justicia.

A los portavoces les gustaría que algunos de los comparecientes colaboraran más con el trabajo de la Comisión. Desde ERC, su portavoz, Gabriel Rufián, considera que este asunto debería modificarse en el Reglamento para que estén obligados a comparecer y decir la verdad, pero también para que estén obligados a colaborar, siempre respetando los derechos fundamentales. Lo que más le indigna a Gabriel Rufián es que puedan mentir de manera tan flagrante sin repercusiones judiciales.

PSOE y ERC coinciden en que nunca son una pérdida de tiempo porque ponen de manifiesto las actitudes de los comparecientes y, sobre todo, se evidencian los asuntos que quieren ocultar.

El Partido Popular tiene claro que esta comisión sobre la Operación Kitchen es una causa general contra su partido y que ya tiene las conclusiones redactadas. Su portavoz Luis Santamaría es tajante al afirmar que la comisión debería haberse enfocado desde un punto de vista más genérico, sin detenerse en reservados en las irregularidades del Gobierno de Rajoy. Santamaría ve la Comisión como una oportunidad perdida para reflexionar sobre otras cuestiones como la concesión de medallas en la policía o el régimen del uso de los fondos reservados para intentar mejorarlo.

Cospedal tendrá que volver al Congreso. Porque será citada después de que acuda a declarar ante el juez. Entonces se encontrará una sala repleta de diputados. Veremos entonces si es verdad que tenía tantas ganas de declarar como parecía tener ayer. ¡Esto es un atropello!- sentenció. Más atropello, seguro, le habrá causado su imputación.