No hay persona de izquierdas en Cataluña que no se haya echado las manos en la cabeza al conocer la impresión que buena parte de la izquierda madrileña tiene de Gabriel Rufián. El portavoz de ERC en el Congreso basa su mensaje en la confrontación grotesca, demagógica y efectista con un discurso grandilocuente que no se corresponde con la actuación política de fondo de su partido que, sobre todo en Cataluña, es más socioliberal que la rama jacobina del PSOE. Su última ocurrencia para epatar a los más cerriles ha sido afirmar que le da más miedo Yolanda Díaz que Santiago Abascal. La boutade del diputado de ERC está enmarcada en la estrategia de quien considera que la única manera de reconstituir proyectos políticos agotados es la llegada de un gobierno ultra para revitalizarse. No es el único que ha llegado a semejante conclusión y que ha elegido a Yolanda Díaz como objetivo, pero no todos son tan torpes para manejar un discurso tan miserable sin que se note. Rufián no tiene miedo a Abascal porque le necesita como vicepresidente para volver a ser algo y porque es antifascista solo por folklore.

El partido de Gabriel Rufián homenajea cada 28 de abril a los hermanos Josep i Miquel Badia. Todos los años sin que ni un solo miembro de ERC, ni por supuesto Gabriel Rufián, se haya posicionado en contra de que su partido homenajee a dos fascistas que se dedicaban a asesinar sindicalistas. Entre ser antifascistas e independentistas se quedan con lo segundo, porque los hermanos Badia eran fascistas independentistas, porque ERC no es un partido antifascista, es un partido que al ser nacionalista basa su antagonismo en un nacionalismo opresor como el español. No hay ninguna exageración en la calificación de fascistas de los referentes de ERC. De hecho, se podría calificar a los hermanos Badia de estar al mando de una organización paramilitar como Desokupa. Miquel Badia fue el creador, junto a Josep Dencàs, de las de las juventudes de ERC, JEREC, una organización que presentaba más de una coincidencia con el fascismo. La organización de los Badia tenía una milicia a la que se le llamaba "Escamots". Miquel Badia dirigía las fuerzas del orden de la Generalitat entre 1933 y 1934 como comisario de Orden Público; al referente de las juventudes de ERC en la actualidad se le llamaba Capità Collons por la violencia con que se empleaba con sus adversarios. Su principal objetivo y enemigo fueron los anarquistas de la CNT y de la FAI, funcionando de facto como un pistolero de la patronal que era funcional a la patronal en la guerra que tenía con los sindicalistas. ERC ha sido funcional a los intereses de la burguesía catalana desde los años 20, en eso no han cambiado demasiado.

Los ejemplos de la virulencia de las milicias armadas de ERC contra sindicalistas fueron demasiado habituales. En abril de 1933 los guerrilleros de las JEREC comenzaron a usar la violencia contra los anarquistas en un tiroteo en el barrio de Sant Andreu contra sindicalistas de la FAI. El 18 de abril de 1933 el ramo de la construcción, a través de los sindicatos anarquistas, convocó una huelga secundada por más de 35 000 trabajadores en solidaridad con los mineros de Cardona. La huelga comenzó a ganar adeptos de diferentes sectores y fue entonces cuando los hombres de Dencàs y Badia, con el permiso del gobernador civil, Claudi Ametlla, hicieron de esquiroles sustituyendo a los trabajadores en huelga del sector del transporte. Las juventudes de ERC también fueron esquiroles, lo tenían todo. Rodolfo Pérez Escudero era militante de la CNT y pintor de profesión y el 16 de julio de 1933 se encontraba en su domicilio de Barcelona en el Raval cuando cuatro individuos, haciéndose pasar por policías, le instaron a acompañarles a la jefatura de policía. Los cuatro hombres llevaron al sindicalista a la sede de ERC que Estat Catalá tenía en la calle Viladomat 83. Allí, los miembros de los Escamots le instaron a dar los nombres del comité de huelga del Sindicato de la Construcción para reprimir al resto de compañeros. Al sindicalista le torturaron durante toda la madrugada y parte de la mañana, cuando el miembro de la CNT estuvo a punto de escapar. Sus gritos hicieron que varias personas acudieran a la sede de ERC para pedir la liberación del sindicalista, lo cual hizo la policía. Rodolfo Pérez, después de ser torturado, pudo reconocer a uno de sus torturadores. Se trataba de Josep Badia. El miembro de la CNT afirmó que uno de los hermanos Badia le dijo mientras le golpeaba con una porra: "De aquí al martes acaba yo solo con todos los de la FAI". El líder de ERC, Oriol Junqueras, llegó a participar en un homenaje a estos dos hermanos protagonizado por Quim Torra. ¿Cómo alguien de izquierdas puede participar en el homenaje de fascistas tan miserables como los hermanos Badia?

Esquerra Republicana es un partido independentista y a veces, como el PNV, parece algo más progresista por la comparación con los partidos de la derecha nacionalista española. Pero no conviene llevarse a engaño porque no tiene nada que ver con Bildu, que siendo independentista siempre pone por delante los derechos de la clase trabajadora. Para Bildu, un fontanero o una limpiadora de Vallecas, Trujillo o Sevilla siempre estarán antes que un burgués de Neguri. Para ERC, no, para Gabriel Rufián por encima de la clase está la nación, por eso cuando tiene que elegir entre los intereses de la burguesía catalana y los de la clase trabajadora del resto del país elegirá siempre a Trías o Puigdemont. La izquierda española tiene que dejar a mirar a Gabriel Rufián con romanticismo y empezar a ver a ERC con pragmatismo, cuando sean necesarios y se los necesite habrá que acordar con ellos pero siendo conscientes de que sus intereses están muy alejados de las preferencias progresistas. No hay que romper puentes, todavía se puede aprovechar la caricatura en la que se ha convertido Rufián.