Andrea Fabra lanzó un sonoro "¡Que se jodan!" en el Congreso cuando el PP aprobó un masivo recorte a los derechos de los parados. Aquella expresión fue uno de los aldabonazos que activó la indignación de las clases populares y que acabó llevando a Podemos al Congreso para hacer todo lo contrario de lo que han hecho. Hoy ha sido Podemos quien les ha dicho a los parados que se jodan para usarlos como arma arrojadiza contra Yolanda Díaz. La liquidación del partido morado está más cerca gracias a la ineptitud y la miseria política de Ione Belarra.

La política puede ser elevada y responsable, pero también se puede ejercer una política de mierda. Esta última acción pública, dispuesta a joder la vida de ciudadanos vulnerables solo por conseguir sacar la cabeza y ganarle una batalla a quien se odia por motivos personales, es la peor manera de hacer política. La política de mierda no tiene nada que ver con la sociopatía ideológica ni con los valores ni con la acción criminal de algunos políticos, ni siquiera con la corrupción; es quizás más despreciable porque consiste en sacar una ventaja mínima y hacer daño en las peleas internas aunque eso contribuya a arruinar a quien más necesita la acción del Estado por su situación de extrema vulnerabilidad. Hay pocas cosas más despreciables que usar la vida de los parados más precarios para cobrarse una vendetta.

Ione Belarra cobró el año pasado 77.000 euros al año. Eso la incluye entre el 10% de los que más cobran en este país. Solo desde esa posición de privilegio se puede comprender que en su partido prefieran hacer daño a Yolanda Díaz antes que aprobar una medida que sube el subsidio en 90 euros al mes a los parados más vulnerables. Es normal que a Belarra, ganando 210 euros al día, le pueda parecer una miseria esa subida de 90 euros y prefiera votar en contra para hacer daño político a quien Podemos considera que ha evitado que Irene Montero tenga un ministerio. Para quien gana 480 euros al mes una subida de 90 euros es un cambio a mejor dentro de la miseria que supone encontrarse en una situación tan precaria. Para Podemos eso es irrelevante. Es muy fácil destruir aquello que tardó mucho en construirse, pero Ione Belarra por su incapacidad para separarse del clan familiar ha decidido que ese será su legado. La explicación es sencilla y no tiene nada que ver con el contenido del decreto. Les da igual lo que mejore la vida de la gente, lo importante es qué pueden sacar de ventaja para seguir viviendo de la política olvidando aquello de los tres SMI de margen y los 8 años como máximo en cargos públicos.

Podemos no se presentó a las elecciones del 23 de julio con su marca. Sabía que el resultado sería desastroso, así que fue en coalición con Sumar aprovechándose de la marca sacando cinco diputados que jamás sacarían habiendo ido en solitario. Los cinco diputados de Podemos se convierten en tránsfugas pasando al Grupo Mixto y usan ese poder de representación robado a la ciudadanía para unirse a los fascistas y tumbar un decreto tomando a los parados como rehenes solo para perjudicar a Yolanda Díaz por no haberle dado un ministerio a Irene Montero. Esta es la realidad, la inquina personal de Irene Montero y Pablo Iglesias hacia Yolanda Díaz por privarles del poder dentro del espacio político.

Podemos nunca ha tenido reparos en tragar con medidas infames con tal de mantener su puesto en el gobierno. Ione Belarra e Irene Montero votaron a favor del mayor aumento de gasto en defensa de la historia de la democracia mientras se enviaban armas a Ucrania e Israel porque lo importante en aquel momento era mantener el poder y así repartir nóminas entre quienes en el mercado de trabajo fuera de la política nunca soñarían tener los sueldos que ganan siendo serviles al emérito. Podemos ha decidido votar con PP y Vox para tumbar una mejora sustancial de los derechos de las personas más vulnerables solo por perjudicar a Yolanda Díaz. El esperpento es mayúsculo cuando intentan explicar que son ellos quienes defienden a los parados de los recortes junto a los fascistas mientras Bildu, ERC, BNG, Sumar, PSOE y PNV querían recortarles derechos. Les deseo mucha suerte a los pocos que les quedan como asesores para intentar trasladar eso a la opinión pública al margen de su órgano de propaganda.

La no aprobación de los reales decretos por parte Podemos ha impedido que más de 700.000 parados tengan 90 euros más al mes en su subsidio. No ha sido lo único que ha evitado Podemos votando junto a Vox y al amigo del narco. Una de las medidas que entraba en vigor de manera inmediata era la prioridad de los convenios colectivos autonómicos frente a los estatales, lo que suponía un avance sustancial, sobre todo para los trabajadores de Galicia, País Vasco y Cataluña. Pero aún hay más. Si se hubiera aprobado la norma las trabajadoras tendrían un derecho más, el de acumular el permiso de lactancia aunque la empresa no quiera, con esa norma podrían acumular una hora por día laborable hasta que el bebé cumpliera nueve meses y cogerlo todo junto. Podemos lo ha impedido también haciendo fuerza con los fascistas. Estos son los hechos, que intenten explicar su política de mierda.