Amor o poder. Ese es el dilema al que van a poner los asesores áulicos que se dedican a amenazar a la prensa para que la lideresa salga del lío en el que ella sola se ha metido por no saber medir las bravuconadas. El tremendo error que cometió Isabel Díaz Ayuso convirtiéndose en abogada defensora de su pareja enredándose para decir que Hacienda le debía 600.000 euros a su novio cuando él ya había reconocido a la Fiscalía la comisión de dos delitos fiscales solo le deja una salida honrosa que pasa por hacer lo que las familias reales hacen cuando su vida se convierte en pública. Tábula rasa, acabar con el noviazgo y elegir la carrera política en vez de la personal. Ayuso saldrá de esta crisis dejando la relación con su pareja defraudadora.

La estrategia de crisis que preveo próxima tiene el siguiente relato. Uno de los medios afines a la derecha, de los que publican las filtraciones de MAR sin contrastar, publicará que Isabel Díaz Ayuso se ha distanciado de Alberto González Amador, que ya no vive en la casa que compartían o que han roto la relación. Hay un 'deadline' para saberlo y es la boda de José Luis Martínez Almeida del próximo 6 de abril, en la que se podrá ver si Isabel Díaz Ayuso acude con su pareja o sola, y serviría como espoleta para la estrategia de comunicación de revictimización y chenoificación. Dar pena y politizar esa emoción en su favor acusando a los medios que han informado de los delitos de su pareja de haber roto una familia.

El plan de gestión de crisis que aclare el negro panorama es cristalino y se basa en las tragaderas infinitas que tienen sus seguidores y el cuajo de la presidenta para mentir sin disimulo, sin ningún miedo a que se le note, porque a Ayuso se le notan los nervios de manera sonada cuando miente. Pero a los suyos les da igual y defenderán con igual saña un comportamiento y el contrario. Es la dinámica de la sectarización política que vivimos, que convierte a los militantes en consumidores acríticos de iconos pop.

Les auguro lo que ocurrirá. Tras aparecer noticias con su ruptura o distanciamiento se construirá un nuevo funko ayusista que comprar y coleccionar. Isabel Díaz Ayuso aparecerá como la novia dolida, engañada por las mentiras de su pareja que jamás le contó todos los fraudes, delitos y negocios poco éticos y que ocultó que el piso donde residían estaba pagado con el fraude fiscal que ella, como máxima gestora de los impuestos madrileños, no podía tolerar. La estrategia le permitirá aparecer como alguien que no tolera los comportamientos inadecuados ni viniendo de quien es su pareja, la persona con la que se había planteado un proyecto a largo plazo, el amor de su vida. Si no lo tolera con su pareja imaginen lo que haría con sus colaboradores.

Pero todo es un trampantojo, la verdadera Ayuso es la que defiende las mentiras que hagan falta para proteger su posición, si es con la gente que quiere al lado pues muy bien, pero si falla porque no es efectiva le permite dejar por el camino a quien haga falta con tal de mantener el poder. Una 'killer' capaz de sacrificar a su familia por no perder la presidencia. Si falla la estrategia de apuntar al enemigo se deja por el camino a la pareja y que las alimañas se alimenten de su carne. Frialdad, cálculo y ejecución. Si se atreve a dar este es paso tendremos ante nosotros a la próxima presidenta del gobierno de España.