El primer funicular de pasajeros del mundo se construyó en España, en San Sebastián, en 1907. Fue obra de Leonardo Torres Quevedo, el español con más inventos, a quien le debemos también el primer mando a distancia, el primera ajedrez automático y una calculadora mecánica muy avanzadas para su tiempo.

Otro de sus inventos, inaugurado en 1916, es el transbordador con el que millones de personas han sobrevolado las cataratas del Niágara. Es el teleférico más antiguo en funcionamiento y sigue siendo una de las principales atracciones de las cataratas.

Uno de sus inventos sigue siendo una de las principales atracciones de las cataratas del Niágara

Considerado como "el más prestigioso inventor de su tiempo", Torres Quevedo se atrevió también alumbrar el primer dirigible que cruzase el Océano Atlántico. Sin financiación, el proyecto se fue retrasando y fueron los británicos John William Alcock y Arthur Whitten Brown los que cruzaron el charco sin escalas desde Terranova hasta Irlanda. En 1911 empezó a colaborar con la empresa francesa Astra, iniciando la fabricación de los dirigibles conocidos como Astra-Torres. Sus diseños fueron utilizados por el ejército francés y británico durante I Guerra Mundial. Su éxito durante la guerra fue tal que incluso llamó la atención de la Armada Imperial Japonesa, quienes adquirieron un modelo suyo en 1922.

"Es una persona casi desconocida en España, y es un tipo que internacionalmente fue reconocido como un genio", cuenta Luis Quevedo que, junto Marian Mellén firma el libro Grandes misterios de la ciencia. En sus páginas hay otros grandes nombres, como el de la profesora Ángela Ruiz Robles, inventora del primer libro electrónico del mundo. Quería modernizar la escuela y que la mochila pesara menos, "aligerar la enseñanza", contaba ella misma en una entrevista emitida en el NODO.

Sin ellas el mundo no sería como lo conocemos

Pero en Grandes misterios de la cienciano solo se centra en invenciones made in Spain. También nos descubre a esas mujeres sin las que nuestro mundo no sería el mismo. De hecho, al final del libro se incluye un listado de una docena de científicas con grandes aportaciones a la ciencia como la española Margarita Salas.

'Grandes misterios de la ciencia' nos descubre a esas mujeres sin las que nuestro mundo no sería el mismo

Aportaciones que en muchas ocasiones no han tenido perspectiva de género, y por eso, por ejemplo, las teorías evolutivas quedaron impregnadas del machismo propio de los estereotipos de género. Un dato: hasta hace poco se pensaba que las mujeres prehistóricas no eran cazadoras. Eso llevó a pensar a los científicos que la punta de piedra puntiaguda que encontraron en los restos de una mujer de 11.000 años de antigüedad fuera una herramienta de cocina y no el extremo de una flecha.

Grandes enigmas para pequeños lectores

Junto a este repaso por ls mujeres que hicieron historia, también comprenderemos el porqué de algunos enigmas de nuestro día a día. A través de una divertida y didáctica mezcla de astronomía, genética, matemáticas, neurociencia y química aprendemos que los fuegos artificiales le deben su escala de colores al cobre, estroncio, bario, sodio y titanio.

Descubrimos que el molesto hipo tiene la importante función de preparar al bebé en el útero para respirar y tragar adecuadamente y que la risa es terapéutica por ayudarnos a segregar las hormonas de la felicidad. También que España fue el primer país capaz de recuperar a una especie extinta: el bucardo, una especie de cabra montesa que solo vive en los Pirineos.

Estas son algunas de las 120 dudas resueltas por Marian Mellén y Luis Quevedo. "Muchas vienen de nuestra hija o de sus amigas", revela Marian. Y por eso han utilizado sus conocimientos científicos, para hacer extensible a todo el público esta 'ciencia de andar por casa'. "El libro está escrito para que de una manera fácil y entretenida los peques desarrollen una intuición científica", comenta Luis.

Por fin comprenderás por qué necesitas dormir, la reacción química de la cebolla que nos hace llorar, que el Principio de Arquímedes es lo que hizo flotar a los barcos, que el ácido carboxílico es el responsable de que los mosquitos te acribillan o que el ser vivo más abundante del planeta es una bacteria que habita en los océanos.

Por banal que parezca, hay una razón para que casi todas las plantas sean verdes (y las hojas que se caen marrones y naranjas) y hasta para explicar ¡que no te guste el brócoli! Sin olvidarnos del enigma madre de la naturaleza: ¿qué fue antes: el huevo o la gallina? Gracias a este libro descubrirás que hay cierto consenso entre la comunidad científica en señalar que, al parecer, lo primero fue el huevo. Aunque te lanzamos un spoiler: parece ser que no era de gallina.

Grandes enigmas de la ciencia un libro divertido y pedagógico, nutrido de ilustraciones y apuntes esquemáticos, de lectura muy fácil que se presenta como el entrenamiento idóneo para convertirnos en dignos ganadores del Trivial Pursuit.