Era la segunda vez en la historia que se utilizaba un sistema de control remoto. El sistema aprovechaba las ondas de radio para enviar órdenes al telekino.

Se usaba un transmisor, como un particular mando a distancia primitivo, que enviaba las órdenes mediante la telegrafía.

El receptor interpretaba estas señales, que se traducían en distintas maniobras. Así, Torres Quevedo logró transportar a ocho personas subidas a su embarcación teledirigida.