Bibiana Collado Cabrera
Editorial: Pepitas de Calabaza / Los Aciertos
Año de publicación original: 2023
Un par de pasos hacia delante, un par de pasos hacia atrás. Un péndulo humano observando los detalles más pequeños y toda la obra en su conjunto. Así imagino a Bibiana Collado escribiendo su Yeguas Exhaustas, como si se tratase de una visitante que observa un cuadro en un museo.
La primera novela de la escritora valenciana nos sumerge en un ejercicio literario de memoria, donde la protagonista acude a momentos concretos de su vida para entender quién es y por qué. De la niñez a la vida adulta, Bibiana Collado nos lleva de la mano a visitar sus recuerdos (ficcionados, eso sí) que, de una extraña manera, se convierten en colectivos porque, como dijo Kate Millet, "lo personal es político".
Sangre, dolor y culpa
"Cuando me baja la regla no me retuerzo entre espasmos de dolor" es la frase que da inicio a Yeguas Exhaustas. La menstruación, ¿eh?, esa "cosa de mujeres" que como tantas otras ha quedado relegada al ostracismo. Quién nos iba a decir que la configuración del dolor y de la queja femenina podía estar relacionada con algo tan natural como sangrar todos los meses. Quién nos iba a decir que esa configuración vendría de la mirada acusatoria y sospechosa de la otra parte, de la que no menstrua: los hombres.
Bibiana Collado recoge cómo el derecho a sentir dolor está muy relacionado con la clase y con el género
Bibiana Collado recoge de una forma maravillosa cómo el derecho a sentir dolor está muy relacionado con la clase y con el género y cómo históricamente esa custodia del padecimiento físico ha ido de la mano del sentimiento –forzadamente– femenino: la culpa. "Si mis abuelas podían darlo todo en la siega mientras la sangre se les deslizaba pierna abajo, ¿qué no iba a ser capaz de hacer yo con un Espidifen o un Nolotil de por medio?", reflexiona la protagonista de la novela. Sangrar sin queja, sin dolor y sin dejar de trabajar como imperativo heredado de generación en generación.
'Ruralines'
La historia de una familia está compuesta por millones de recovecos, parte de herencia y parte de supervivencia, y Bibiana nos abre la ventana y nos permite observar a los que pertenecen a la suya. Uno de estos recovecos es la lengua, elemento de pertenencia y marco de relaciones y aceptación.
Recuperando a esos padres de la emigración rural se orquesta esa vergüenza de clase que acompaña a Beatriz
A través de Beatriz, protagonista de la novela e hija de emigrantes andaluces que terminaron asentándose en el interior de la Comunidad Valenciana, vemos la diferencia entre aprender un nuevo idioma por pura adaptación o hacerlo como primera generación desde un lugar totalmente distinto. "Es increíblemente difícil de explicar la vergüenza que me producía hablar en valenciano y de dónde nacía esa parálisis", reflexiona la protagonista.
Recuperando a esos padres procedentes de la emigración rural se orquesta esa vergüenza de clase que acompaña a Beatriz durante toda la novela. "Los de abajo" es un concepto que no deja de aparecer en Yeguas exhaustas y sobre el que Collado escribe de esta manera "El autoodio, más o menos matizado, fue nuestra gran herencia". Y he aquí cómo la relación con el futuro depende de la remodelación del material legado.
Distintas capas
La violencia opera en los matices y en Yeguas exhaustas hay mucho de esto. La protagonista establece durante años una relación de maltrato con Pedro, profesor universitario –mucho mayor que ella– cuyo trabajo precario le sirve de excusa para machacarla. "La imaginería narrativa presenta a la mujer joven como la consentida, la colmada de caprichos. Impensable percibirla como sostén económico de la relación: Lolita nunca paga la cuenta", dice Beatriz.
La protagonista establece una relación de maltrato con un profesor universitario cuyo trabajo precario le sirve de excusa para machacarla
Ella no solo rompe con este estereotipo, sino que osa romper el statu quo y aspirar a una vida mejor siendo profesora universitaria. Y lo consigue. Clase, género y pertenencia operan a lo largo de la novela, pero son el triunvirato sobre el que se asienta la violencia que ejerce Pedro contra ella.
Yeguas Exhaustas retrata cómo lo que nos da forma establece los parámetros por los que creemos que debemos ser amadas y miradas. Un retrato del peso de lo heredado.
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