"Tengo recuerdos felices, pero me cuesta hablar de ellos", nos confiesa el escritor Édouard Louis cuando ya estamos acabando la entrevista. "No consigo escribir sobre la felicidad. Siento que necesito hablar de la violencia, de lo que no funciona, porque es lo que va a permitir cambiar la situación".

"Quiero que mis libros exploten"

En las distancias cortas, el autor francés es tímido, reservado. Se toma su tiempo para pensar las respuestas, pero todas ellas son punzantes, como su obra. Asegura que le gustaría que le recordasen como un escritor de libros bomba. "Que se lean dentro de 200 o 300 años no es la prioridad. Todo eso tiene que ver con la idea cristiana de la inmortalidad, y a mí me da igual si soy inmortal o no", cuenta. "Lo que quiero es que exploten al instante, que puedan ayudar, transformar y provocar a la gente en el momento".

El primer libro bomba

Lo consiguió hace casi 10 años con 'Para acabar con Eddy Bellegueule', novela autobiográfica con la que vendió en Francia 250.000 ejemplares. En ella relata su huida, con 16 años, de un pueblo marcado por la violencia, la pobreza y la homofobia. "La precariedad extrema que narro ha producido, entre otras cosas, el auge de la extrema derecha. En mis libros reconstruyo ese mundo, que se parece a muchas zonas rurales españolas".

Su historia era tan violenta que algunos no le creyeron. "Siempre me han dicho que lo que cuento no puede ser verdad", asegura. "La autobiografía fuerza a ver una realidad, pero la gente conservadora, que no quiere que el mundo cambie, necesita crear estrategias para silenciar esa realidad".

"A todas las personas que hablan de violencia las acusan de exagerar"

De hecho, cuando mandó el primer manuscrito de 'Para acabar con Eddy Bellegueule' a varias editoriales, muchas lo rechazaron alegando que tanta violencia y pobreza no eran posibles en Francia. "Los que dijeron que lo que describo no existe son simplemente unos mentirosos. Lo saben, pero quieren ocultarlo", sentencia el escritor. "A todas las personas que hablan de violencia las acusan de exagerar".

Escribir del pasado para entender el mundo

Pero él recibe las críticas como buenas noticias, y ha seguido haciendo de su vida literatura. De su pasado, presente. "Es como una cárcel, pero no tengo elección, el pasado está en mi interior".

"Vivir con el pasado tan presente es como una cárcel"

Escribir sobre él le sirve, dice, "para comprender políticamente el mundo", pero también para entender el dolor que le producía su familia, su entorno, y aquellos niños que le insultaban de pequeño. "¿Por qué eran así? ¿Por qué me llamaban maricón? ¿Por qué me escupían?", se pregunta Louis.

De todo ello intentó escapar cambiando de nombre (de Eddy Bellegueule a Édouard Louis), su forma de andar, e incluso operándose. "Sentía vergüenza de mi cuerpo, de mi acento del norte, de la forma de hablar alto...", recuerda. Hizo todo lo posible para alejarse de sus orígenes, de la clase obrera a la que pertenecía, para acercarse por todos los medios a la burguesía.

Era su manera de vengarse del pasado, de todos aquellos que le hirieron. Y lo consiguió, pero ni siquiera así pudo escapar de sí mismo. Paradójicamente, tras alcanzar lo que tanto había buscado, se dio cuenta de que "no quería pelearse contra aquellas personas de su infancia, sino por ellas". Fue cuando entendió que la violencia que había sufrido de pequeño "estaba producida por fuerzas más grandes, por estructuras sociales, por la exclusión, la pobreza, por la violencia acumulada...".

Ese proceso de transformación lo recuerda en su nuevo libro: 'Cambiar: método'. Una historia, la suya, sobre la vergüenza.