Francesca de Tores

Traducción: Víctor Ruiz Aldana

Editorial: Almayer

Año de publicación original: 2024

Hay vidas marcadas por el destino. Y hay destinos marcados por el mar. Cuando nació Mary Read no tenía pinta de que su vida fuera a estar ligada al océano. Ella llegó al mundo en Inglaterra, en una familia con grandes dificultades económicas, por no decir que eran asquerosamente pobres.

Disfrazada desde que era un bebé, Mary fue Mark gran parte de su vida

Mary tenía un hermano mayor, Mark, de poco más de un año. Hijos de padres diferentes, la abuela paterna de Mark le daba dinero a su madre para mantener al niño. Por eso, cuando Mark falleció, cosa nada rara en aquella época, su madre convirtió a Mary en Mark para no perder el sustento que enviaba su abuela. Una decisión que marcó el carácter, la figura y el destino de Mary Read definitivamente.

Disfrazada desde que era un bebé, Mary fue Mark gran parte de su vida. Qué sintió, cómo llevó ese engaño en el que se convirtió su existencia, qué relación tenía con su madre, por qué decidió alistarse en la marina, cómo hizo para esconder su feminidad en altamar... todos esos detalles no los podemos saber.

Una ficción anclada a la realidad

En realidad, hay pocas cosas que se sepan a ciencia cierta de Mary Read. Se sabe que nació a finales del siglo XVII y que murió 30 años después, cuando comenzaba la década de 1720. Y que en ese corto espacio de tiempo le dio para vivir varias vidas. La de una niña que ocultaba su realidad disfrazada de niño, la de un joven marinero y la de una pirata temida en el Caribe, colega de Anne Bonny, también corsaria.

Todo lo demás, todo lo que no se supo de ella, las grietas de su biografía, los espacios en blanco, los ha rellenado Francesca de Tores a base de imaginación y contexto histórico en esta novela de aventuras apasionante y entretenida. Una inmersión en una de las existencias más épicas y románticas (en el sentido artístico de la palabra) que se conocen.

Francesca de Tores es el seudónimo que la escritora y filóloga australiana Francesca Haig utiliza para escribir novelas históricas. Ella asegura en una nota previa al texto que tanto Mary Read como Anne Bonny son personajes históricos, pero ella no es historiadora. Es decir, que nadie espere en este libro un tratado minucioso de hechos reales. En Saltblood hay ficción y muy bien utilizada.

'Saltblood' no es ajena a la realidad histórica y refleja con exactitud cómo era la vida en un navío a principios del siglo XVIII

La historia está contada con el artificio narrativo del relato en primera persona, haciendo repaso de una vida breve pero intensa desde el cadalso al que se enfrentó al final de la misma. Un relato emocionante del devenir de una persona decidida, valiente y resuelta. Con el ingenio y la sagacidad suficientes como para servir en un buque de guerra inglés junto con otros 400 hombres sin que nadie sospeche de ella.

Pero la novela no es ajena a la documentación y la realidad histórica. Francesca de Tores refleja con exactitud –según expertos e historiadores– cómo era la vida en un navío a principios del siglo XVIII y cuáles eran las estrictas normas que seguían los piratas en su devenir, con limitaciones en cuanto al consumo de alcohol y el número de mujeres a bordo de sus barcos, por poner solo un par de ejemplos.

Un aparte: si quieres leer un libro impecablemente documentado sobre una aventura marina, échale un ojo a Los náufragos del Wager, de David Grann. Un libro publicado también este año en España que cuenta el naufragio de un navío inglés en la Patagonia chilena.

Embarcarse en 'Saltblood'

En definitiva, abrir Saltblood es echarse a la mar. Es lanzarse a un viaje trepidante en el que la acción está garantizada. Vas a disfrutar de la naturaleza y serás testigo de personajes que se beben a grandes sorbos la vida. En esta novela te salpicará la sangre, planeará la muerte sobre amigos y enemigos –porque la muerte no sabe de amistades–, sentirás hambre y sufrirás hedores terribles, porque el mar no siempre huele a salitre: dentro de un barco atestado de hombres que pelean por sobrevivir el mar huele a heces y a putrefacción.

Siempre hay una pátina de belleza en 'Saltblood' porque Francesca de Tores lo pasa todo por el cristal de la prosa bien narrada

Compartirás, también, momentos desagradables, dolorosos o abiertamente asquerosos. Pero siempre habrá una pátina de belleza, incluso en lo menos bonito, porque Francesca de Tores se ocupa de pasarlo todo por el cristal de la prosa bien narrada. "Hay mujeres machacadas por la vida, como si la vida fuera un marido con la mano suelta, y han aprendido a no contestar", dice en una de las primeras páginas, cuando recuerda a las dóciles vecinas de su madre. Una manera preciosa de contar una realidad terrible.

Y todo eso se vive al navegar por las páginas de Saltblood. Uno de los libros más entretenidos que he disfrutado este año, en el que se trata incluso la sexualidad de la protagonista, marcada por su doble aspecto. Como Mark, se siente atraída por algunas mujeres. Como Mary, le atraen también los hombres.

El resultado es una travesía tan divertida como amena por los siete mares, en la que nada queda oculto.

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