Elvira Roca Barea

Editorial: Espasa

Año de publicación original: 2025

Cuenta Elvira Roca Barea que fue, mientras investigaba sobre el traductor medieval de un tratado militar latino, cuando topó en Roma con unas cartas manuscritas, copias efectuadas en el siglo XVIII de unos originales en muy mal estado cuya tinta empezaba a borrarse.

Ingrata Patria trata de hacerle justicia a la primera mujer merecedora de una estatua en la Republica romana: Cornelia Africana

Aquellas cartas no tenían nada que ver con el propósito de su estudio original y fueron apartadas en un primer momento. Pero su contenido impresionó fuertemente a la filóloga e historiadora y ahora, por fin, ha decidido traducirlas y darles forma de novela epistolar.

En ellas, Antígona, una liberta de origen griego, le pide a Andronio que deje por escrito la historia de la que fue su ama, Cornelia Africana y de sus dos hijos: Cayo y Tiberio Sempronio Graco. Los tres perdieron la batalla contra el Senado romano. Su intención era rescatarlo de las manos corruptas de la facción más conservadora, que quería acumular tierras quitándoselas a los más necesitados, mientras Roma no dejaba de expandirse.

Esta herramienta literaria tan conocida como efectiva, el ser un mero transcriptor de una historia encontrada en archivos y bibliotecas, le sirve a Elvira Roca Barea para componer Ingrata Patria, una novela epistolar que trata de hacerle justicia a la primera mujer merecedora de una estatua por parte de la Republica romana: Cornelia Africana, la hija menor de Escipión el Africano.

La reforma de los hermanos Graco

Culta, serena y tenaz, Cornelia fue una mujer de buena familia, tan elocuente como sabia, que educó a sus hijos en el amor a Roma y a la justicia. Su conciencia política, su espíritu recto, su valentía y su inteligencia la convirtieron en la mujer más poderosa e influyente de la primera parte de la historia de Roma, la República, antes de que se convirtiera en un Imperio.

La lucha de los hermanos Graco es la de dos idealistas que aman Roma y están dispuestos a dar su vida por ella

Gracias a su influencia, sus dos hijos varones, tuvieron un papel político importante en el devenir de la ciudad. Tiberio Sempronio Graco, el mayor, fue tribuno y presentó una audaz reforma agraria en el Senado. Quería evitar que las tierras se acumularan en manos de unos pocos ricos terratenientes y llegaran a las manos de quienes más las necesitaban.

Asesinado en una conspiración organizada por el propio Senado, su hermano pequeño, Cayo Tiberio Graco, retoma y amplía esa reforma, consiguiendo el amor del pueblo y el odio de la facción más conservadora, que se niega a regenerar un sistema carcomido por la corrupción. Su lucha es la de dos idealistas que aman Roma y que están dispuestos a dar su vida por ella.

El dolor como motor

La muerte de sus hijos sume a Cornelia en el dolor, pero eso no la inhabilita. Todo lo contrario, el dolor le sirve de motor para enfrentarse al sistema y a los políticos corruptos que tanto daño le hicieron. Escribió cartas, llegó a personas ilustres e influyentes y se convirtió en la referencia moral de quienes se rebelaban contra el poder corrupto e injusto.

Roca Barea pinta a Cornelia como símbolo de dignidad, como una mujer incapaz de resignarse a ser madre y esposa

Su voz fue silenciada por los que hicieron callar a sus hijos, pero la historia pone siempre a todo el mundo en su lugar y la vida de Cornelia tiene hoy una lectura diferente a la que tenía hace dos mil años. Ingrata patria es un escalón más en el camino de restaurar la imagen de una mujer atacada por su lealtad a Roma y por haberse enfrentado con los senadores más conservadores y poderosos.

Roca Barea pinta a Cornelia como símbolo de dignidad, como una mujer incapaz de resignarse a ser madre y esposa, como se le pedía. Su educación, su elocuencia y su elegancia la llevan más allá del espacio reservado a las mujeres en la República romana. Y la convierten en la imagen de quienes pagan con su vida el amor a su patria.

La mirada de Elvira Roca Barea

Porque Ingrata patriase puede leer también como una metáfora de nuestros propios días. A pesar de contar una historia ocurrida en el siglo II a.C., trata temas que a día de hoy nos suenan comunes: la concentración de poder en unas élites ajenas al dolor y a las necesidades del pueblo, la desigualdad y la ruptura con la clase política son ejes de la novela que marcan también la agenda periodística del momento.

El lector puede encontrar señales y referencias a la actualidad, porque en la historia de Roma hay enseñanzas que iluminan nuestro presente

También nos suenan, y mucho, elementos como el desprestigio de las instituciones e incluso la importancia de controlar el relato. Cornelia lo sufrió en sus hijos y en ella misma. Y el lector puede encontrar señales y referencias a la actualidad, porque en la historia de Roma hay enseñanzas que iluminan nuestro presente.

No es la primera vez que Elvira Roca Barea trata de hacer un relato político a través de sus libros. Ya con el exitoso ensayo Imperiofobia y leyenda negra(Siruela, 2016), realizó un análisis del presente de España a través de su pasado. Una teoría que recibió tantos apoyos como críticas, por cierto, y que la llevó por artículos de opinión y platós para enfrentarse a sus detractores.

Fracasología (Espasa, 2019), el libro con el que continuó la línea de Imperiofobia, en la que analizaba el pasado de España y su influencia en el presente, recibió el premio Espasa de ensayo en 2019. En ficción, es reseñable el Premio Primavera de Novela que recibió en 2023 por Las brujas y el inquisidor, una narración histórica que rompía estereotipos sobre la Inquisición y las brujas.

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