Aleksándar Vutimski
Traducción: Marco Vidal González
Editoriales: La Tortuga Búlgara y Caleidoscopio
Año de publicación original: 2025
Leer Ojos que lloran es como recorrer unas ruinas: todavía se sostiene una estructura delicada que revela el trazo de algo mayor, pero la verdadera fascinación surge de la belleza inesperada de la destrucción. No tanto por lo que fue, sino por la novela que pudo haber sido.
Aleksándar Vutimski no llegó a ver publicada esta obra. Ni siquiera pudo revisar su texto: como esta historia, el destino de Vutimski se truncó antes de tiempo. La tuberculosis acabó con su vida cuando solo tenía 24 años, después de arrebatársela a su madre, a su padre y a tres de sus hermanos.
Vutimski no pudo revisar el texto, murió de tuberculosis con solo 24 años
"El sentido ha tocado fondo. La felicidad ha tocado fondo. ¿Por qué no puedo liquidarme de una vez, y ser incapaz de recordar o aguardar esperanza?", leemos en un momento dado. Habla Grígori, el personaje en que se desdobla Vutimski y que nos permite conocer de cerca la tormentosa y trágica existencia de este misterioso escritor y poeta, conocido en su país como el Rimbaud búlgaro.
Una amistad al límite
Los ojos que lloran son los de Grígori y sus tres amigos, Tania, Nikolái y Víctor. Junto a ellos viviremos una amistad al límite, tensa y desbordante de amor, en un viaje hacia el abismo sentimental de todos ellos.
De fondo, a pocos años del estallido de la II Guerra Mundial, los amigos intentan buscar sentido a sus vidas bamboleándose por las tabernas de la ciudad de Sofía. El alcohol corre por sus venas como lo hace el ansia de felicidad. Hay una fuerte pulsión de libertad en estas páginas. Un deseo por escapar del pozo en el que se están hundiendo. Una bella decadencia que lo impregna todo.
"'Ojos que lloran' es la primera novela búlgara donde se trata el sentimiento homoerótico"
La novela, que mezcla poesía, cartas y reflexiones filosóficas sobre la política, el arte, la amistad y la muerte, brilla especialmente en el retrato psicológico de los protagonistas gracias a confesiones como esta: "Me aterra mi ternura. Me aterra hallar mi propio amor y a mí mismo, y no hay una mirada lo bastante penetrante para que lleguen a conocerme, para ser amado".
Pero es la atracción sexual que sienten entre sí los hombres del grupo lo que destaca por encima de todo. La relación entre el triángulo de amigos es compleja y profunda. Y no es un detalle menor: Ojos que lloran es la primera novela búlgara donde se trata el sentimiento homoerótico.
Un texto inacabado, un texto especial
Durante la lectura resulta evidente que estamos ante un texto inacabado. La trama avanza a trompicones, falta cohesión y algunos fragmentos no han encontrado su forma definitiva. Pero también hay pasajes tremendamente estéticos. Y es la imperfección lo que convierte en especial a esta novela.
Resulta evidente que estamos ante un texto inacabado, pero es la imperfección lo que convierte en especial a esta novela
Aléksandar Vutimski se suma al elenco de escritores que en 2025 nos han descubierto por qué los búlgaros escriben los libros más bellos y tristes. El otro artífice de esta pequeña locura llamada Ojos que lloran es el traductor y editor Marco Vidal González, que se ha propuesto dar voz a las literaturas de lenguas minoritarias
Y es de celebrar. Así lo hubiera querido seguramente Vutimski, que a través de Grígori, y a pesar de vivir instalado en un estado perpetuo de tristeza y melancolía, nos manda este mensaje: "Lo que yo desearía es que el mundo se embriagara y comenzara a bailar claqué".
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