Nada más conocer Junqueras a la familia Parejo, empiezan a debatir sobre la consulta soberanista hasta que deciden dejarlo para más tarde. Eugenia decide regalarle una obra de Machado, mientras el político les obsequia con una botella de vino del año 2007, cuando todavía no había este auge independentista.

Tras ver la casa y ver que tiene intereses comunes con Eugenia, Junqueras bromea con la situación: “Al final nos parecemos bastante, ¿no? Y al principio también”. Y es que, el líder de ERC explica que no es cuestión de diferencias. “Tenemos derecho a decidir nuestro futuro. Puedes parecerte mucho y querer la independencia. No hace falta que seas muy distinto para quererla”, comenta.