En Madrid, los agentes son requeridos porque un coche se ha estampado contra una farola.

Llegados al lugar del suceso, encuentran a tres individuos. Uno discute con un agente, exclamando que no ha habido ningún accidente y que era él, quien conducía el vehículo.

El agente le reprocha su versión. Los testigos niegan que fuera él quien conducía, sino, uno de sus compañeros, el de chaqueta roja.

Han ocasionado varios desperfectos en toda la vía pública. Requieren a la Policía Municipal para realizar al conductor la prueba de alcoholemia.

Descubren que el conductor posee el carnet desde hace solo un día.