En el primer encuentro entre Gonzo y Ascensión Mendieta, ella aseguraba que cuando empezó la búsqueda de los restos de su padre, la víctima del franquismo Timoteo Mendieta, no había subvenciones del Estado y para buscarlo "todo ha corrido de nuestra cuenta. Nosotros lo hemos hecho todo con nuestro dinero". Ascensión contaba que cuando viajó a Argentina para declarar delante de la jueza que lleva el caso en Buenos Aires, el dinero salió de su "casa".

Le hicieron una prueba de ADN a raíz de su declaración ante la jueza en Argentina: "Tengo mucha alegría de poder ver un hueso de mi padre para yo poderme ir tranquila", comentaba.

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) iniciaba la exhumación en una fosa común del cementerio de Guadalajara tras el exhorto de la jueza argentina María Servini de Cubría. En esa fosa se hallarían los huesos del padre de Ascensión, asesinado en Guadalajara en 1939.

A sus 90 años, Ascensión Mendieta asistía a la apertura de la fosa común en la que se encontraban enterrados los restos de su padre. Ascensión confesaba a Gonzo estar "muy emocionada".

Ascensión lamenta que "nadie en España haya hecho nada por exhumar los cuerpos", por eso, tras encontrar a su padre, aseguraba a Gonzo que seguiría con su lucha "hasta que todos los cuerpos sean exhumados porque todos tienen el mismo derecho, han matado injustamente a pobres y obreros que pasaban mucha hambre".

78 años después de ser fusilado por el franquismo, Ascensión consigue un entierro digno para su padre, Timoteo Mendieta. Los aplausos y las lágrimas de emoción no podían faltar. Así, por fin, culminaba su lucha por encontrarle.