Arsuaga lo definía como el avión de la libertad pero de momento se va a quedar sin volar porque no está preparado para ello. Ese día sí llevaban una pancarta en la que se leía "van a por tus hijos", pero obviaron, al parecer, la obligación de ponerle matrícula a la avioneta.

Sin matrícula y sin la bandera de nacionalidad, que también es obligatoria, en las aeronaves españolas. Cuenta 'La Vanguardia' que, además, le falta un cono aerodinámico y la tornillería está oxidada. Algo que no resulta raro al conocer que es un avión que lleva abandonado más de diez años sin ningún cuidado.

Pero ahí siguen transmitiendo sus mensajes transfóbicos y, además, mientras disfrutan de distintos privilegios fiscales porque siguen siendo una entidad de utilidad pública. En marzo el Congreso pidió retirar esto pero el Gobierno no ha hecho nada.