Laura García de 26 años acude al Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander con fuertes dolores de parto, pero tras ser revisada por el Servicio de Obstetricia la mandaron a casa porque le dijeron que no estaba de parto y que se encontraba "muy verde", ya que solo había dilatado dos centímetros, según informa 'El Diario de Cantabria'.

La joven, de origen paraguayo, incrédula por lo que estaba viviendo, informa al hospital de que su primer embarazo también fue prematuro y que no quería exponerse a desplazarse hasta Castañeda, que es donde vivía con su marido, sin embargo, el hospital se niega a atenderla porque bajo el criterio de los protocolos no la podían ingresar.

Tras que el hospital se negase a entenderla, la joven fue al parking del hospital donde había dejado aparcado el coche con intención de irse y fue ahí donde empezó a sangrar. Laura pidió a su marido que pidiese ayuda mientras ella se quedaba de pie, donde dio a luz sola y entre dos coches. "Para entonces, el dolor era insoportable y solo tenía ganas de empujar", comenta la madre.

"Menos mal que tenía bragas, porque si no se me hubiera caído la niña directa al suelo", se lamenta la madre. La Gerencia del hospital asegura que: "se siguió el protocolo, la medicina no es una ciencia exacta y estos casos excepcionales pueden ocurrir, incluso siguiendo las normas". La Dirección del hospital ha pedido disculpas a la madre.